Sociedad

No hay luz para quienes viven en área de influencia de hidroeléctricas de Arequipa

Charcani chico. Aquí viven 40 familias de agricultores que carecen contradictoriamente de este servicio básico. Ellos también tienen dudas sobre el impacto de Charcani VII.

Hidroeléctrica. Esta genera energía con caídas de agua del río Chili. Egasa apunta a aumentar producción con Charcani VII.
Hidroeléctrica. Esta genera energía con caídas de agua del río Chili. Egasa apunta a aumentar producción con Charcani VII.

"Los pocos que tienen electricidad cuentan con paneles solares. Los instalaron hace diez años, pero apenas abastecen a un par de focos como máximo. "¿Cómo podemos vivir así? Estamos en pleno siglo XXI, ¿acaso vamos a depender de velas? Necesitamos acceso a internet, luz y una comunicación adecuada", reclama Luis Tapia, presidente de la Asociación de Agricultores de Charcani Chico en el distrito de Cayma.

Son 40 familias de agricultores que se asientan a orillas del río Chili y forman parte de la zona donde la Empresa de Generación Eléctrica de Arequipa S.A. (Egasa) opera seis hidroeléctricas que generan energía a partir de las caídas de agua del río Chili. La falta de acceso a la electricidad y otros servicios esenciales hace que no puedan permanecer en la zona todo el tiempo, lo que los lleva a migrar a la ciudad.

"Cuando queremos hacer una llamada telefónica, no hay señal. Hemos solicitado al municipio que nos apoyen para obtener una antena u otras facilidades. Nos sentimos olvidados; prácticamente han pasado 100 años y creemos que nuestros abuelos estaban en mejores condiciones, ya que al menos tenían acceso al agua, mientras que nosotros ni eso tenemos", indicó Juan de Dios, otro miembro de la asociación.

A pesar de que algunas viviendas precarias cuentan con paneles solares, la población sueña con tener acceso a la electricidad convencional. Han pasado más de 100 años y siguen esperando. Ellos argumentan que las hidroeléctricas de Egasa en las orillas del río Chili han provocado que el 60 % de los campos de cultivo de los agricultores desaparezcan debido a la escasez de agua.

Con la construcción del nuevo proyecto Charcani VII, temen que sus campos de cultivo se conviertan en terrenos baldíos.
Este proyecto aprovechará el agua turbinada desde Charcani VI y la trasladará al otro lado del río a través de un túnel que atraviesa parte del parque de Las Rocas en Alto Selva Alegre. Se utilizará esta caída de agua para generar 20 megavatios de electricidad.

"Más o menos son 6 kilómetros de río que se quedarán sin agua. Aunque ellos aseguran que mantendrán un caudal ecológico de medio metro cúbico por segundo, esto aún pondría en peligro toda la flora y fauna natural endémica de la zona", señaló Mauricio Torres. A pesar de que la Autoridad Nacional del Agua ha autorizado el uso del agua del Chili en ese tramoy garantizado el caudal ecológico, la población solicita a Egasa una explicación detallada sobre los posibles efectos futuros de la construcción de Charcani VII.

Impacto en el paisaje


Zoila Linares es la coordinadora técnica del Frente de Defensa del Valle de Chilina. Ella sostiene que este proyecto se llevará a cabo en una zona de reserva paisajística y alto valor natural, respaldada por las ordenanzas 739 y 755 de 2012. Aunque existe un informe del Ministerio de Cultura que cuestiona la validez de la ordenanza 739, afirmando que es nula.

El Parque de Las Rocas, un desierto protegido de 220 hectáreas, se encuentra en peligro debido a la construcción del túnel, ya que esto alteraría la topografía del lugar. Según la tesis de la doctora Thanud Febres, directora de Egasa en 2018, esta afectación tendría un nivel de daño del 80 %", señaló Linares.