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Sociedad

Bacterias para contrarrestar la contaminación provocada por la industria del cuero en Arequipa

El equipo de investigación en Ciencia, Tecnología y Ambiente de la Universidad Católica San Pablo obtuvo el segundo lugar en el Premio a la Innovación 2022 de la Sociedad Nacional de Industrias (SIN) con su proyecto, que usa bacterias para limpiar aguas residuales de curtiembres.

El equipo de investigación de la UCSM espera que las industrias relacionadas con nuevas tecnologías los busquen para poner en práctica su investigación. Foto: URPI/Alexis Choque
El equipo de investigación de la UCSM espera que las industrias relacionadas con nuevas tecnologías los busquen para poner en práctica su investigación. Foto: URPI/Alexis Choque

El parque industrial de Río Seco, en Arequipa, está contaminado por lagunas de aguas residuales generadas por la actividad productiva de las curtiembres. Pasar por los talleres donde se realiza esta actividad industrial es nauseabundo. Los olores fétidos predominan y afectan la salud de trabajadores, vecinos, y a la flora y fauna del lugar.

Conscientes de esta problemática, el equipo de investigación en Ciencia, Tecnología y Ambiente de la Universidad Católica San Pablo (UCSP) desarrolló un proyecto que usa bacterias para limpiar estas aguas residuales. Su trabajó logró el segundo puesto en la última edición del Premio a la Innovación 2022, organizado por la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).

El biólogo Cristofer Chambi Mamani es la cabeza del grupo. Explica que, como primer paso, recolectaron muestras de las lagunas de oxidación y las llevaron a su laboratorio. Con ayuda de equipos, estas muestras pasan por un proceso de dilución en el que se aíslan y cultivan cepas puras nativas de bacterias y se identifica molecularmente cuáles tienen alta tolerancia a este tipo de agua contaminada.

Patricia Pacheco Umpire, integrante del equipo de investigación, añade que posteriormente, con las cepas purificadas, se inoculan en un recipiente con concentraciones de cromo sintético. La mezcla debe esperar por lo menos unas 48 horas de tratamiento para medir posteriormente la concentración de cromo que contienen.

Rosa Atayupanqui Dueñas explica esta última parte. Los análisis se realizan en el espectrofotómetro a través del método difenilcarbazida, que consiste en dar coloración a las aguas que tienen contenido de cromo.

La ingeniera química presenta en pantalla dos muestras: una es la inoculada y la otra es la que contiene las bacterias iniciales que ayudaron a su purificación. El resultado que tienen es que la bacteria ayuda con la remoción hasta en un 98%.

Los integrantes del equipo detallan que estos resultados son aún en el ámbito de laboratorio, pero el objetivo es llevarlo a una escala mayor y que sean las industrias, relacionadas con nuevas tecnologías, las que los busquen para poner en práctica su investigación. “La solución a la contaminación está en las mismas bacterias que podemos encontrar en las aguas residuales. No necesitamos comprar otras bacterias aparte. El procedimiento es sencillo y más rentable”, agregó Chambi.

Proyecto

El director de este grupo de investigación, Javier Montalvo Andia, detalló que el proyecto nació en 2019 y, para su desarrollo, inicialmente concursaron y obtuvieron fondos del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Concytec) por aproximadamente S/ 550.000 soles.

El trabajo se centró en la conocida laguna de oxidación de Río Seco, ubicada en el parque industrial del cono norte. Allí, alrededor de 400 empresas dedicadas a la industria del cuero y otras actividades, la mayoría informales, desechan sus aguas con alto contenido de cromo y metales pesados, con lo cual exponen a los residentes del lugar y contaminan la zona.

Tras todo el proceso de laboratorio, las mejores cepas bacterianas que identificaron fueron enviadas al laboratorio Macrogen de Corea del Sur para su identificación molecular. Allá determinaron que tres de estas bacterias eran reductoras de cromo VI (la variación más contaminante de este metal).

Estas fueron identificadas como P. mirabilis, H. campaniense y B. pumilus, microorganismos que tienen la propiedad de reducir el cromo VI a cromo III, una forma 1.000 veces menos lesiva de este metal pesado y con el cual se puede dar tratamiento a estas aguas residuales. Este proceso es conocido como biorremediación bacteriológica.

El especialista añade que la biorremediación bacteriológica es una alternativa ecológica y eficaz para restaurar y remediar los sitios contaminados con cromo mediante cepas bacterianas. La implementación demanda costos bajos en comparación con otras tecnologías, por lo que su aplicación es viable y una alternativa amigable para enfrentar los efectos contaminantes de los metales pesados.

Concurso

Esta investigación se llevó el galardón en la categoría académica. La investigación es denominada “Biorremediación bacteriológica, una tecnología eficaz para la remediación ambiental de las industrias del cuero”.