Una inyección de esperanza para detener al COVID-19

El general Oscar Arriola Delgado, jefe de la Dirección Contra el Terrorismo y uno de los policías inoculados contra el Covid-19, se muestra confiado de que con la llegada de las vacunas al país comienza un nuevo periodo, en el que la ciencia frene al virus que ha cobrado la vida de 670 miembros de su institución.

“La vacuna, para todo ser humano, representa una gran oportunidad; para un policía en servicio activo, que vela por el cumplimiento de la inmovilización social obligatoria y enfrenta a terroristas, narcotraficantes, criminales, infractores, y el ciudadano común, significa una esperanza para seguir con vida”, reflexiona.

Arriola considera que después de un año de sufrimiento “hoy la ciencia nos da la posibilidad de paliar este dolor” y poder regresar a casa sin el temor de contagiar a los familiares.

“Es una pequeña dosis (la que hemos recibido), pero es el inicio de algo grande, el inicio del camino para seguir activo”.

De acuerdo al comando PNP, a la fecha han sido vacunados 64.869 efectivos en actividad, lo que representa casi el 50% del personal activo de la institución; así como 9.417 policías en situación de retiro.

Una luz al final del túnel

“Me siento bien, es la primera vez que tengo confianza. No lo digo por mí, lo digo por toda la gente que trabaja junto a mí y por mi familia”, afirma la teniente de la Fuerza Aérea del Perú Lucero de la Rosa Guillén.

Ella es una de las ‘centinelas’ de la FAP contra el coronavirus. “Una luz al final del túnel vuelve a brillar. Se abrió un camino de esperanza con el inicio de la vacunación. Desde el punto de vista científico, el hombre trabaja contrarreloj para desarrollar una vacuna, y tenemos que seguir cuidándonos, acatando las medidas de bioseguridad”, manifiesta la oficial.

Y agrega: “Sumemos esfuerzos porque ello nos permitirá seguir salvando vidas. Sabemos que pronto alcanzaremos la inmunidad colectiva necesaria para que en un futuro podamos volver a abrazar a nuestros seres queridos”.

Hasta el 15 de abril, 80.936 miembros de las Fuerzas Armadas habían recibido la primera dosis contra el Covid-19, entre ellos personal en actividad y adultos mayores. Y hay que precisar que 62.668 ya recibieron la segunda dosis.

“Es histórico para el país”, manifiesta De la Rosa emocionada, quien no obstante recuerda que la pandemia continúa y pide a la población que siga cumpliendo todas las medidas de bioseguridad.

Esperanza en el mañana

El brigadier mayor CBP Germán Medina Arzola, jefe de bomberos del Callao, siente alivio, esperanza y felicidad, pues cree que la vacuna funciona.

“Al surgir la pandemia, ninguno de los hombres de rojo pensó en darle la espalda al deber; al inicio hubo dudas, temores y miedo, pero todos nos sobrepusimos y seguimos en la batalla”, dice.

En esta batalla “hemos tenido caídos, heridos y muertos y aun así seguimos con fe en nuestro andar”. Ya son 5 mil los bomberos inmunizados.

El ministro de Salud, Óscar Ugarte, dijo que se destinarán 15 mil vacunas para el personal de esta institución.

“Hace muy poco, exactamente 14 días atrás, recibimos nuestra primera dosis de la vacuna y vimos, en ese suministro, que nuestra fe había dado su fruto, que la esperanza en ese mañana se concretaba y que nuestra fe se solidificaba”, señala Medina Arzola.

Hombre bondadoso, con mucha fe, asegura que la ‘inyección de la esperanza’ permitirá salvar muchas vidas.

“No alcanzó, por el tiempo, a algunos hermanos que partieron antes, pero en honor y homenaje a ellos, prometemos redoblar nuestros esfuerzos y nuestro servicio en favor de la comunidad. Y como bomberos voluntarios, ratificamos nuestro juramento”. Que así sea.