Sociedad

Piezas del cementerio Presbítero Maestro son nuevo Patrimonio de la Nación

Se trata de 320 esculturas de gran valor histórico, artístico y social, reconocidas por el Ministerio de Cultura.

El Ministerio de Cultura (Mincul) declaró como Patrimonio Cultural de la Nación a 320 esculturas funerarias que se encuentran en el cementerio Presbítero Matías Maestro.

La cartera señaló que estos bienes culturales reúnen un alto grado de valor, importancia y significado histórico, artístico y social. Asimismo, son testimonio de las manifestaciones vinculadas a la historia, el arte, la idiosincrasia, las costumbres y los gustos que primaron en la sociedad limeña del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.

Cementerio Presbítero Maestro. Foto: GLR/Paola Paredes

Cementerio Presbítero Maestro. Foto: GLR/Paola Paredes

El Presbítero Maestro se trata del primer camposanto que tuvo el Perú, el cual se encuentra declarado como Monumento Histórico mediante Resolución Suprema N° 2900 del 28 de diciembre de 1972, y se le considera uno de los más antiguos de Latinoamérica.

La importancia histórica de las esculturas, los templetes y monumentos ubicados en el Presbítero Maestro se encuentra en su significado como testimonio del acontecimiento histórico surgido a raíz del auge durante la era del guano y el salitre peruano, en la segunda mitad del siglo XIX. Esto originó el surgimiento de una nueva clase social, y con ello, la necesidad y exigencia de representarse y perennizarse socialmente.

En estos bienes culturales se identifican valores artísticos y estéticos en la técnica y decoración, donde predomina el estilo Neoclásico y los movimientos Romántico, Realista y Moderno o Art Nouveau, desarrollados durante el siglo XIX hasta el siglo XX.

También se reconocen motivos ornamentales simbólicos de la fe católica y de la antigüedad clásica, que rememora la destreza de la técnica y manufactura, mayormente realizada en Italia. Su valor estético recae en el material empleado, principalmente mármol de Carrara-Italia, y en la originalidad de su estado de conservación.

El significado social de estos bienes se expresa en las creencias y prácticas religiosas populares vinculadas a los santos locales, como es el caso del Niño Ricardito, que forma parte del culto popular; así como en la memoria colectiva de la sociedad hacia sus héroes e hijos ilustres representados escultóricamente.