Narcotráfico y la tala ilegal amenazan a las comunidades nativas
Huánuco y Ucayali. Líderes y defensores ambientales demandan urgente protección, pues ya han asesinado a cuatro apus y muchos están amenazados. Piden presencia del Estado.
La lucha por proteger el medio ambiente y defender los bosques es una misión cada vez más peligrosa para las comunidades indígenas de la Amazonía.
Y es que los asesinatos de defensores y líderes ambientales ha sido la manera más violenta de infundirles miedo; al igual que las amenazas e intimidaciones que son muy frecuentes, advierte el líder asháninka y presidente de la Organización Regional de Aidesep-Ucayali (ORAU), Berlín Diquez.
Las operaciones policiales contra el narcotráfico, invasores de terrenos y la tala ilegal de madera serían algunas de las causas de estos crímenes y amenazas contra los líderes, pues son vistos como delatores.
La minería ilegal también es otro sector peligroso para las personas que luchan por la protección de sus territorios y fuentes de agua.
El presidente de ORAU cuenta a La República que desde hace varios meses vienen realizando denuncias públicas contra taladores ilegales, narcotraficantes e invasores de terrenos pero solo encuentran indiferencia y se sienten abandonados.
Asegura, además, que las actividades ilegales están afectando diversas comunidades en Ucayali, como Flor de Ucayali, Santa Clara de Uchunya, Unipacuyacu, Sinchi Roca, Saweto y Kametsa Quipatsi.
Narcotráfico y muerte
El apu Diquez y otros dirigentes llegaron a Lima y pidieron protección para los líderes indígenas que defienden y son protectores del territorio amazónico.
“Estamos solicitando garantías para los líderes indígenas que son amenazados de muerte por defender los bosques amazónicos”, indicó tras sostener una reunión en el Ministerio del Interior.
En los últimos siete años, según la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, solo en la Amazonía fueron asesinados 12 líderes ambientales. Cuatro de ellos fueron atacados durante la pandemia: Arbildo Meléndez (Huánuco), Gonzalo Pío (Junín), Lorenzo Wampagkit (Amazonas) y Roberto Carlos Pacheco (Madre de Dios).
Antes de ser asesinados, Meléndez, Pío y Pacheco pidieron garantías para su vida.
Según la Policía, los narcotraficantes tienen a Ucayali como un punto estratégico para sacar droga del Perú. Las comunidades indígenas en esta región, cercadas cada vez más por invasores que siembran hoja de coca en sus territorios, padecen la situación.
Denunciar esta actividad ilegal le ha valido recientemente una advertencia de muerte a Berlín Diquez, presidente de la Organización Regional Indígena Aidesep Ucayali (ORAU) .
Salud y titulación
Como en la pandemia, sienten que se enfrentan solos ante el enemigo. “Tenemos registrados más de 200 nativos muertos por coronavirus. Ante la anunciada segunda ola no sabemos qué hacer, queremos que las autoridades del sector Salud se preocupen por nuestras comunidades”, sostiene Berlín Diquez.
Otro problema que enfrentan es el de la titulación. “Nuestros hermanos aún no tienen el título de su territorio y constantemente son amenazados por traficantes de tierras dedicados a la extracción forestal”, manifiesta preocupado.
En medio de la emergencia sanitaria, el peligro aumenta, ya que existe poca vigilancia y control territorial por parte de la Policía y las Fuerzas Armadas.
No obstante, agentes de la Dirincri se han comunicado con los líderes indígenas amenazados. La Segunda Fiscalía Penal de Yarinacocha está a cargo de las investigaciones.
Datos
Reuniones. Los dirigentes indígenas tuvieron reuniones en el Congreso, el Ministerio del Interior y otras instituciones del Estado.
Confían. Ellos están seguros de que sus demandas de garantía se harán efectivas.