Yarita Lizeth, la cantante que alimenta a soldados y pobres en Puno [VIDEO]
Cantante vernacular cuenta cómo empezó su cruzada para ayudar a las personas que menos tienen durante la cuarentena. Su vida estuvo plagada de necesidades, por lo que se refleja en la gente más humilde.
Mónica Cuti
El nombre de Yarita Lizeth Yanarico es muy conocido en la industria musical. Sus miles de fanáticos la conocen por sus canciones dedicadas al amor y desamor y la han visto cantar y bailar en diferentes escenarios a nivel nacional, siempre con polleras de colores y con una sonrisa en el rostro, pero las últimas semanas ha cambiado de faceta.
Ahora ya no realiza giras musicales, se transporta en camiones cargados de víveres a los márgenes de Puno para repartir ayuda a la población que más lo necesita. La declaratoria de emergencia le ha hecho volver a sentir de cerca la precariedad y la necesidad de cientos de puneños que no tienen que comer.
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Yarita, la mayor parte de su niñez la vivió en la provincia de Moho de la región Puno, a un costado del Lago Titicaca, de donde son sus padres y sus abuelos. Su familia se dedicada a la agricultura y cosechaba lo que serían sus alimentos, pero en tiempo de helada había días que no había que comer, recuerda. “Yo sé que es no tener comida. Uno ayuda porque te nace”, dice. Incluso un pan o fruta eran privilegios que no podía darse, salvo en fechas especiales como la Navidad.
Ver a niños con hambre o madres que no tienen que darle de comer a sus hijos la hace recordar a su propia madre, quien falleció el 2007 cuando ella tenía 16 años. “No es fácil criar a siete hijos”, cuenta Yarita a La República sobre su numerosa familia. La ayuda que está brindando y se ha ido difundiendo en redes sociales hace unos días, comenzó en marzo, a dos semanas del estado de emergencia.
Sus afanes por apoyar a sus paisanos, iniciaron con la preparación de 400 platos de pollo al horno que -junto a su familia- repartió a los miembros del Ejército. Desde esa vez quiso ayudar más, por lo que trató de ubicar a familias con necesidades extremas pero solo pudo ubicar un par y decidió pedir ayuda a los medios de comunicación para que ellos hicieran contacto con la gente más humildes y poder llevarles víveres.
Algunas fotos y videos difundidos de esos viajes muestran la emoción de las personas -madres, ancianos y niños- a quienes ayudó. Yarita apareció como una suerte de Papá Noel cargada de sacos de arroz, papa, fideos, galones de aceite y otros que hicieron emocionar hasta las lágrimas a varios. Ella recuerda mucho la visita a una casa donde había ocho niños pequeños que no tenían ni zapatos y que cuando la vieron le sonreían y celebraban la ayuda. “Ese es el mejor regalo que uno puede recibir”, dice.
Su necesidad de colaborar creció más cuando veía por televisión o redes sociales el éxodo de miles de provincianos que regresaban de Lima o de otras regiones a sus pueblos de origen en Puno. Cuenta que muchas de las imágenes incluso la hicieron llorar y sacó sus ahorros para hacer la compra de los víveres.
Hasta ahora la ayuda continúa. Por estos días están tratando ubicar a personas con necesidades para darles una mano. “Se lleva alimentos y quizá ropita. A mí me gustaría ayudar a todas las personas que lo necesitan, pero estamos haciendo todo lo posible”, concluye.
Cuando fue niña la artista tuvo muchas necesidades.
Entregó 100 canastas a familias con necesidad.