La historia se repite en Cusco: Hospital de Quillabamba paralizado como Lorena
Frenada. Pronis tuvo que resolver el contrato a consorcio por incumplir plazos. El nosocomio debía ser concluido el 18 de diciembre, pero apenas tiene un avance de 42%. En cambio, Consorcio Constructor cobró más del 50% del costo de la obra. Contraloría había observado vicios en el proceso de licitación.
José Víctor Salcedo
Desde hace por lo menos una década, la población de la provincia de La Convención espera contar con un moderno hospital. Actualmente el nosocomio funciona en una infraestructura de adobe. Fue construido para atender a una población menor a 50 mil habitantes, pero ahora La Convención, según el censo de población de 2017, cuenta con casi 150 mil habitantes.
Después de idas y venidas, en 2017 se puso en marcha el proyecto de mejoramiento y ampliación de los servicios de salud del hospital Quillabamba. El Programa Nacional de Inversiones en Salud (Pronis), unidad ejecutora del Ministerio de Salud (Minsa), asumió el encargo de construir la obra.
Pronis convocó a un concurso público de licitación y el ganador fue el Consorcio Constructor Lima, integrado por IMESAPI Sucursal Perú y ODIN Ingenieros. El contrato se suscribió en febrero de 2018 y se actualizó en marzo. La obra empezó a ejecutarse el 27 de junio y debió estar concluida el 18 de diciembre de 2019.
El proyecto está valorizada en 129 millones 553 mil 367 soles. Solo la obra física, encargada al Consorcio Constructor Lima, cuesta S/ 98 millones 297 mil 883. Sin embargo, la obra se paralizó hace 20 días.
Pronis resolvió el contrato al consorcio porque incumplió los plazos establecidos en las cláusulas del mismo. No obstante, hay que precisar que la empresa había dejado de trabajar por lo menos desde finales de setiembre. El 18 de noviembre, tras la resolución del contrato, retiró su maquinaria, y hace dos días Pronis prohibió el ingreso de los empresarios a la obra paralizada.
La última valorización de la obra registrada corresponde al 18 de setiembre 2019. Según el semáforo de indicadores de Infobras, los trabajos, a esa fecha, ya presentaban avances desactualizados por más de dos meses.
Así, el hospital de Quillabamba puede convertirse en el gemelo del abandonado hospital Antonio Lorena del Cusco. Ha sido dejado con un avance físico de apenas 42.24%, mientras que la empresa cobró más del 50% del presupuesto (63 millones 590 mil 852 soles).
Buscan solución
El alcalde provincial de La Convención, Hernán de la Torre, confirmó que Pronis puso fin al contrato con la empresa y que, por ende, la obra está paralizada. Y, por supuesto, no hay plazo de reinicio del proyecto hospitalario.
El gerente de la Mancomunidad de Municipalidades de La Convención, Marco Chaco de la Cuba, sostuvo que Pronis convocó a los alcaldes convencianos a una reunión para hoy. Se explicará el mecanismo que planea usar para concluir la obra física y, luego, el equipamiento. De la Torre adelantó que la salida que baraja Pronis es convocar al consorcio que quedó en segundo lugar en la licitación de 2018.
Mala licitación
El proyecto integral considera la construcción de infraestructura de salud en un terreno nuevo para un hospital acorde a la cartera de servicios establecida para establecimientos de salud estratégicos. También la adquisición de equipamiento biomédico, mobiliario clínico y sistemas de integración, así como capacitación a personal asistencial y no asistencial.
Sin embargo, el concurso tuvo varias deficiencias que fueron alertadas por la Contraloría. Todo indica que Pronis ignoró las recomendaciones.
Según Contraloría, el Comité de Selección no admitió las ofertas de 4 postores a pesar de que contaban con los documentos para la admisión de la propuesta. Asimismo, dice que ese comité otorgó la buena pro a un postor que no cumplió con acreditar la experiencia en la ejecución de obras similares; con eso afectó los principios que rigen las contrataciones públicas.
Cuando la obra empezó a realizarse hubo retrasos en la ejecución y algunos problemas. Un grave incidente fue, por ejemplo, la caída del encofrado de concreto fresco del techo del cuarto piso, lo que ocasionó el colapso de la loza maciza y daños en vigas del nivel del primer piso técnico del bloque A1. Ocurrió el 18 de marzo de 2019.