Donación de médula ósea: no hay riesgos y salva vidas
A romper mitos. Personas de entre 18 y 50 años que gocen de buena salud pueden ser donantes. Trasplante salvará la vida de pacientes con enfermedades a la sangre, como leucemia o linfoma.
Por: Melina Ccoillo Sandoval
María tenía siete años cuando comenzó a toser de manera recurrente. La fiebre y el poco apetito también la acompañaron durante aquellos días del 2016. Tras varias consultas, los doctores llegaron a la conclusión de que María nació con anemia de Fanconi, una enfermedad que ataca a una de cada 350 mil personas, y necesitaba un trasplante de médula ósea para salvar su vida. “Se me vino el mundo encima”, recuerda Julia Enrique, la madre. En este caso, fue el padre de la pequeña quien era compatible. Pero no todos tienen esa “suerte”.
Y es que de cada 40 mil personas solo una puede ser compatible con aquella que necesita una donación de médula ósea para curar su mal.
“Al año, en el Perú se presentan 2.500 personas con algún tipo de cáncer a la sangre. De ellas, unas 850 requieren de un trasplante de médula ósea, pero solo el 20% tiene un donante compatible, que son sus familiares”, indica Yeny Guerra, directora ejecutiva de Donaciones y Trasplantes del Ministerio de Salud.
Es por ello la importancia de un registro nacional de donantes no emparentados de células madre, pues así quienes no cuentan con un familiar compatible pueden recibir la médula ósea de cualquier persona.
Para ser parte de este registro, que hasta el momento solo cuenta con 25 mil inscritos, se debe firmar un compromiso de donación y acceder a la extracción de ADN.
Sin riesgo
Los requisitos para donar médula ósea son dos: tener entre 18 y 50 años de edad y gozar de buena salud. Y los dos procesos para recolectar las células madre no implican ningún riesgo para el donante.
El aspirado de médula ósea es uno de ellos. Dura entre 60 y 90 minutos y el paciente solo debe reposar unas horas. Consiste en la punción del hueso de la cadera para extraer las células madre. Y para que no haya dolor se aplica anestesia general o local.
El otro proceso es el aféresis, mediante el cual se extrae la sangre de la vena de uno de los brazos a través de un catéter que está conectado a una máquina separadora de células, donde la sangre se procesa y se separan las células madre.
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