Deforestación podría liberar mil toneladas de carbono retenidos
Riesgo. Una reciente investigación en los bosques de Ayabaca confirmó el peligro que existe al provocarse un incendio forestal o tala en la región. Agricultores de las zonas bajas de Piura serían los más perjudicados.
A más de dos mil metros sobre el nivel del mar, en el bosque de neblina de Ramos, en Ayabaca, los efectos de la deforestación han empezado a generar serias consecuencias. De continuar en esta situación, no solo sería perjudicial para los habitantes de los centros poblados cercanos, sino que en poco tiempo los ciudadanos de las zonas bajas de esta región estarían en serios problemas.
Tras dos años de estudio, la bióloga de la ONG Naturaleza y Cultura Internacional-NCI, Suzzeti Ramírez Medina, concluyó que existe un riesgo inminente al deforestar el bosque, puesto que las 69 especies de árboles que logró identificar durante su permanencia en este sector absorben cientos de toneladas de carbono. Pero esto se puede convertir en un grave problema ante la deforestación indiscriminada o la ocurrencia de algún incendio forestal.
Es decir, la emisión de los gases de contaminación como el dióxido de carbono de vehículos e industrias son absorbidos por los árboles nativos. Sin embargo, con la tala indiscriminada e incendios forestales estos gases tóxicos podrían escapar para contaminar hasta el triple de lo que absorbieron.
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“Llegamos hasta el bosque de Ramos en Samanga, Ayabaca, para medir las cantidades de carbono en la zona. Fueron más de 500 toneladas de carbono que eran retenidas por cada hectárea de bosque. Así, nos dimos cuenta que al ser deforestado podía emitir el triple de lo que absorbía, dañando al medio ambiente”, aseguró.
La especialista dijo que hay diferentes tipos de bosques, con una mayor o menor capacidad de retención de carbono.
Advirtió que la liberación de grandes cantidades de carbono, producto de la deforestación, podría generar altas temperaturas, largos períodos de sequía, inundaciones, lo cual acelera el cambio climático.
“Si se quema el bosque o se corta ya no va a poder cumplir su función de regular los efectos de los fenómenos. Todo va a contribuir al daño en la atmósfera, afectando a todos”, remarca.
Peligro
Para el coordinador de NCI, biólogo Paúl Viñas, los peligros de la deforestación en las zonas altoandinas de Piura se han convertido en peligro latente para la población. Advirtió que existen las condiciones para que haya incendios forestales.
“Hay aproximadamente unas 500,000 hectáreas de bosques, 60,000 de páramos y unas 70,000 hectáreas de matorrales que fácilmente pueden ser deforestadas por un incendio”, refirió.
Explicó que las provincias de Ayabaca y Huancabamba son los lugares de mayor ocurrencia de incendios de la zona alta, los cuales en su mayoría son causados por los mismos pobladores, al momento de quemar los residuos de cada cosecha.
Por su parte, el jefe del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), Juan Otivo Meza, manifestó que en los últimos dos años, 12 mil 500 hectáreas de bosque seco se perdieron por causa de los incendios forestales.