Sociedad

Revelan casos de discriminación hacia mujeres inmigrantes

Estudio. Investigación arroja datos sobre riesgos de violencia de género. Afectadas son migrantes peruanas y venezolanas.

Encuentro. La presentación se realizó junto a los testimonios de tres de las protagonistas.
Encuentro. La presentación se realizó junto a los testimonios de tres de las protagonistas.

A las 8 de la mañana las calles de San Martín de Porres están atestadas de gente, mientras una mujer, Giovanna Cuadros, vende meriendas a los peatones. “Por favor, un juane”, “Dos tacachos con cecina y refresco de cocona”. Ella oferta los mismos platos que aprendió a preparar hace décadas en Iquitos. Y aunque lleva más de 30 años en Lima, aún carga el yugo de haber nacido en la selva.

En Breña, dos venezolanas realizan semejante tarea. Una sirve café; la otra, churros. Ambas, Delcy Braca y Germarys Sánchez, trabajan en el distrito alrededor de doce horas cada día y nunca se habían visto.

Ninguna de las tres mujeres sabía que las otras existían, pero cuando por fin se vieron las caras y narraron sus vidas, comprendieron que todas eran víctimas de una ciudad que no perdona a los inmigrantes y, mucho menos, si son mujeres.

El diagnóstico

Mediante el proyecto "Integrando Horizontes", que auspicia la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF) y con el cual colabora el Centro de Atención Psicosocial (CAPS), aquel trío pudo conocerse.

El proyecto investiga para la confección de diagnósticos sobre los riesgos psicosociales de la violencia de género, trata de personas y explotación sexual. También busca concientizar en torno a los derechos de mujeres de peruanas y venezolanas que viven en condiciones precarias en el país.

Los primeros resultados fueron divulgados junto al testimonio de las tres protagonistas.

Delcy contó de la discriminación que ha sufrido de boca de las peruanas; Germarys, de chantajes sexuales de los empleadores y pésimos salarios por haber caído en un limbo migratorio; Giovanna, a su vez, relató algunas escenas de acoso y violencia psicológica. Todas ellas lastimadas por azares biológicos y de la geografía.

Para la investigación, “Integrando Horizontes” entrevistó a decenas de mujeres y el fenómeno parece repetirse. Para colmo, las venezolanas temen denunciar a sus agresores por miedo a una deportación. Se demostró que el 100% de ellas, en la muestra tomada, ha soportado algún tipo de violencia. ¿Se convertirá en tendencia?