Explotación. Dinero que recaudaba con los niños que estaban a su cuidado era para Félix Manrique ‘Príncipe Gurdjieff’. Rosa María Poveda dijo desde España: “Había perdido una hija, ahora he ganado dos”, refiriéndose a la bebé de Patricia.,Con la colaboración de Borja Campoy, del diario Informativo de Elche (España) Al ver las imágenes de su hija le resulta imposible contener la emoción a Rosa María Poveda. Por primera vez, luego de 514 días, veía a Patricia cuando era rescatada en la selva peruana, junto a otras dos mujeres y cinco niños, entre ellos una que lleva su sangre. Está feliz y no sabe cómo expresar su inmensa alegría. “Había perdido una hija y ahora he ganado dos”, nos dice en su hogar en Elche, España, al referirse a Patricia y a la bebé que esta tuvo con el falso profeta que la captó. PUEDES VER Prima de Patricia Aguilar cuenta cómo vivía la joven española con Félix Manrique Las lágrimas de Rosa María, sin embargo, no logran ablandar a Patricia, quien permanece en Lima. Por el momento, ella no quiere regresar a España, debido a que aún sigue unida emocional y “mentalmente” al líder de la secta, al que defiende ante la Fiscalía de Trata de Personas. Ello, luego de que un Juzgado Penal de Turno ordenara la detención preliminar de Félix Steven Manrique Gómez (35), quien se hacía llamar ‘Príncipe Gurdjieff’. Los padres de Patricia van a tratar de demostrar que su hija fue captada cuando aún tenía 16 años, tras lo cual huyó de su casa de Elche (España), poco después de cumplir los 18. Pelaba y vendía café Noelia Bru, la portavoz de la familia y prima del padre de la joven, además muy unida a Patricia, apuntó que, al parecer, y según las averiguaciones de la Policía peruana, los cuatro menores que estaban a cargo de Patricia –cinco contando con su bebé– eran explotados por Manrique. Se dedicaban a secar y pelar granos de café, para luego venderlos en un mercado. Ese dinero iba a parar a Manrique, mientras que Patricia y los menores vivían en una choza instalada en el fundo San Cristóbal, en el distrito de Pangoa (Junín), una zona peligrosa de la selva peruana, donde se cruzan varias bandas dedicadas al narcotráfico. En tanto, Alberto Aguilar, padre de la joven, pidió a la Fiscalía que separe a las tres mujeres rescatadas con el fin de ir rompiendo el vínculo sectario, pero también para “que no puedan crear una coartada para defender a Félix Manrique, pues tras su rescate continúan asegurando que estaban por su voluntad y trabajando para una ONG. Están completamente aleccionadas”, señala Noelia Bru. Intuición familiar Bru también cuenta que durante dos años, el líder de la secta peruana buscó a Patricia Aguilar. La conoció a través de internet, y su familia apunta a que aprovechó la baja autoestima y la debilidad que tenía la joven debido a la pérdida de un familiar cercano, para captarla. Cuando cumplió los 18 años, la joven se fue de casa. Como excusa dijo que iba al cumpleaños de un amigo y que dormiría fuera. Eso fue el 7 de enero del 2017. Fue la última vez que la vieron. Desde el principio, su familia sabía que no se trataba de un abandono voluntario. Los escritos y conversaciones encontrados por sus familiares pronto levantaron todas las alarmas, pues había indicios de que había sido captada por una secta. Fue entonces que denunciaron su desaparición en la Comisaría de la Policía Nacional de Elche. “Nos dijeron que no podían hacer nada, que era mayor de edad y se había ido por su propia cuenta”, señala la familia. El caso llegó al Juzgado de Instrucción Número 1 de Elche, aunque sin mucho éxito. La familia inició entonces una campaña para dar a conocer el caso y denunciar que se trataba de una captación por una secta y conseguir que las autoridades actuaran. Le ‘lavaron’ el cerebro Pronto la localizaron en el Perú, pero poco se podía hacer, al tratarse de una mayor de edad que, en principio, se había ido por propia cuenta. En junio del año pasado, la joven publicó un video a través de las redes sociales en el que aseguraba que no estaba metida en ninguna secta, que se encontraba allí de forma voluntaria, e incluso que estaba trabajando en una ONG. A través de estas imágenes pidió que la dejaran de buscar. Pero su familia sabía que no era Patricia, su Patricia, la que hablaba a la cámara. “Le habían lavado el cerebro”. Una gran campaña Las campañas tuvieron su resultado, y a través de donaciones y la venta de pulseras solidarias con el lema “Yo no olvido a Patricia Aguilar”, durante todo este tiempo se han ido recaudando fondos para ayudar en las investigaciones, poder viajar hasta el Perú e incentivar que se investigara el caso para liberarla. Más de un año y medio de lucha ha tenido resultado. La familia ha contado con la ayuda de la asociación SOS Desaparecidos para darle difusión al caso y encontrar pistas que ayudaron a localizar a la joven y acorralar al líder de la secta mesiánica. Fiscal ordenó búsqueda del ‘gurú’ en enero El 29 de enero pasado, la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Trata de Personas de Lima envió a la Dirección de Investigación de Trata de Personas la resolución fiscal 224-2017 que declara como compleja la investigación seguida contra Félix Steven Manrique Gómez, por el presunto delito contra la libertad personal (trata de personas) en agravio de la ciudadana española de clave 3918 y de las peruanas con clave de reserva 22417-1 y 22417-2. Asimismo, dispuso que se continúe con la búsqueda y ubicación del autor y las presuntas víctimas. En mérito a esa resolución, los agentes de la División de Búsqueda de Personas Desaparecidas-Lima procedieron a detener a Manrique. La operación fue ejecutada a las 4.30 de la tarde del miércoles en el centro poblado San Martín de Pangoa. Esta semana, la Fiscalía debe formalizar la denuncia y solicitar su detención preventiva, se informó ayer en la sede de la Dirincri.