Cómo la marihuana ‘creepy’ transita de Colombia hasta Perú y Chile
Policía decomisa 1.5 toneladas de ese alucinógeno en Chilca, al sur de Lima. Pero, ¿Cómo hizo esta mafia para burlar los controles policiales hasta Cañete? Cargamento decomisado está cotizado en más de S/ 5 millones.
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De Colombia a Perú. El decomiso de más de una tonelada y media de marihuana ‘creepy’ en una vivienda de la localidad cañetana de Chilca, al sur de Lima, planteó una interrogante que ninguna autoridad supo responder: ¿Cómo hizo esta mafia para burlar los controles policiales y pasar semejante cantidad de droga?
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El ministro del Interior, Vicente Tiburcio ensayó una respuesta: “Gracias a labores de inteligencia, investigación y seguimiento, el personal policial halló la droga acondicionada en más de 1.300 paquetes, los cuales portaban stickers alusivos a ocho organizaciones criminales”, indicó.
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Los ‘ladrillos’ con alucinógenos estaban identificados con diversos símbolos como la palabra Alaska con un lobo, pulpo, virgen de Guadalupe, caballo, Cristo Redentor de Brasil y la silueta de un comando policial.
El cargamento se encontraba oculto en cajas de cartón, debajo de bolsas de detergente, con la finalidad de evadir los controles policiales.
Tiburcio precisó que la mercancía ilegal, de procedencia colombiana, estaría valorizada en más de S/ 5 millones en el mercado internacional y tenía como destino final el país vecino de Chile, lo que evidencia el carácter transnacional de esta modalidad delictiva.
Fuentes de la Dirandro revelaron que, entre las rutas y algunas modalidades del tráfico de marihuana desde Colombia hacia Chile, están las rutas marítimas a través de la contaminación de cargas en Contenedores, en especial desde el puerto de Buenaventura, y por vía terrestre a través de los vehículos de transporte público y particular, como punto de partida las zonas fronterizas con Ecuador.
El flujo de la ‘creepy’ hacia Chile también se ha convertido en un dolor de cabeza para los dos países por los cuales suele transitar esta droga: Ecuador y Perú. De hecho, fuentes de estos países indican que casi la totalidad de la ‘creepy’ incautada en esas naciones en los últimos dos años tenía como destino Chile.
¿El origen? El Valle del Cauca, Colombia. ¿El destino? Santiago, Chile.
El fenómeno transnacional y la constatación del alcance creciente de los brazos de los carteles colombianos ha motivado la coordinación de los fiscales del continente, a través de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos.
Los narcotraficantes de igual forma utilizan ‘embarcaciones de pesca’ desde el pacífico colombiano, ingresando a los puertos ecuatorianos, peruanos y chilenos para luego de la entrega ser almacenados en ‘depósitos Ilegales’, y posteriormente transportados vía terrestre a las principales ciudades donde finalmente son comercializados.
La frontera de Colombia con Ecuador es una de las zonas más importantes en el tráfico de estupefacientes, asimismo, la conexión hacia Perú. Las caletas a lo largo de la costa limeña son los principales enclaves, recalcando que hay toda una cadena de crimen organizado para transportar la droga de Lima a Chile.
El Caso Popeye fue ejecutado la madrugada de este 18 de diciembre en Chilca, en las coordenadas geográficas 12°31’40.1” S 76°44’15.6” W, tras una información clave del Departamento de Operaciones Especiales ‘Escorpión’. Fueron 96 cajas que contenían los paquetes precintados.
La marihuana decomisada en Chilca era una sustancia con THC de alta calidad, según peritos de la Dirandro.
Llamado más comúnmente ‘creepy’, por su potencia y su gran efecto psicoactivo, este es el más reciente de una serie de decomisos de marihuana que se pretendía introducir a Chile para el consumo local, donde el kilo puede costar hasta US$ 6.000.
“Este es un duro golpe al narcotráfico. Quiero resaltar el trabajo coordinado entre la Policía Nacional y la Fiscalía”, afirmó el titular del Ministerio del Interior durante una conferencia de prensa realizada en la sede de la Dirandro.
























