Fanny Montellanos: perfil y hoja de vida de la nueva ministra de Inclusión y Desarrollo Social
La gestión de Montellanos frente al MIMP fue criticada por la falta de resultados contra la violencia de género y por irregularidades en contrataciones, generando sospechas de nepotismo.
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La presidenta Dina Boluarte juramentó este 23 de agosto a Fanny Montellanos Carbajal como nueva ministra de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), en reemplazo de Leslie Urteaga, quien deja el cargo tras siete meses en funciones.
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Montellanos es licenciada en Educación y cuenta con una Maestría en Política Social con mención en Promoción de Infancia, además de un diplomado en Programas de Protección Social en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Su trayectoria ha estado vinculada a la niñez y la asistencia social, pues dirigió programas como Wawa Wasi, INABIF y el Programa Cuna Más, antes de convertirse en viceministra en el propio Midis.
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En enero de 2025, Boluarte la designó al frente del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), cartera en la que impulsó el cambio de nombre del programa Aurora a Warmi Ñan, con el fin de reforzar la atención a mujeres víctimas de violencia. Sin embargo, la medida generó críticas por su carácter cosmético y la ausencia de resultados medibles en la lucha contra la violencia de género.
Fanny Montellanos fue cuestionada por contrataciones irregulares durante su gestión en el MIMP
Uno de los episodios más polémicos de la gestión de Montellanos en el MIMP fue el caso de su esposo, Eduardo Rodríguez Paz, quien trabajaba como encargado de almacén. En 2024 se denunció la pérdida de donaciones valorizadas en más de S/598.000, pero el proceso disciplinario en su contra fue archivado por funcionarios designados por la propia Montellanos. El hecho levantó sospechas de encubrimiento y nepotismo.
Asimismo, se le cuestionó por contrataciones que no habrían seguido procesos de meritocracia, lo que alimentó críticas de favoritismo en la designación de personal. En paralelo, recibió observaciones por la falta de transparencia en la implementación de programas sociales, cuyos resultados no fueron comunicados con datos verificables.
Finalmente, su gestión también quedó marcada por la comunicación deficiente frente a los cuestionamientos mediáticos y políticos. Lejos de fortalecer la confianza ciudadana en la institucionalidad, Montellanos fue asociada con opacidad y falta de rendición de cuentas.






















