Política

86% cree que la crisis política sí lo perjudica en la vida diaria

Estudio. Reciente informe de Ipsos —en colaboración con Idea Internacional— advierte que los peruanos sienten que el sistema democrático no soluciona sus problemas más urgentes. Se presentó ante un grupo de empresarios.

Encuesta revela el duro momento que pasa la política peruana. Foto: difusión
Encuesta revela el duro momento que pasa la política peruana. Foto: difusión

El reciente estudio de Ipsos llamado ‘Promoviendo valores democráticos y diálogo en el Perú’, elaborado en alianza con Idea Internacional, fue presentado en un conversatorio con empresarios. Uno de los resultados más llamativos es que, en promedio, para los ciudadanos peruanos la calidad de la democracia peruana merece una nota desaprobatoria de 7,1 puntos sobre 20.

Hay una gran demanda por cambios de líderes políticos, de reformas del sistema para aumentar la participación y hay, a la vez, una preocupante demanda por líderes más autoritarios”, sostuvo Alfredo Torres, de Ipsos, quien estuvo a cargo de la presentación.

En el estudio se incluye una pregunta sobre cuál opción se prefiere: si democracia, autoritarismo o si da lo mismo. El 43% dice que la democracia es preferible a cualquier forma de gobierno, 29% que en algunas circunstancias un Gobierno autoritario puede ser preferible y a un 23% le da lo mismo. “Los dos últimos porcentajes han aumentado respecto de años anteriores. La democracia está jalada”, declaró Torres.

Torres resaltó que un importante sector —40%— piensa que la democracia en el Perú funcionaría mejor sin el Congreso.

Más allá de que no hay democracia sin Legislativo, este dato habla del descrédito de ese poder del Estado.

El estudio de Ipsos se hizo sobre un universo de personas mayores de 18 años distribuidas en 17 regiones.

Para Diego Macera, del Instituto Peruano de Economía, que fue parte del panel de discusión, la democracia en el Perú y en el resto del mundo “tiene la responsabilidad de convencer”.

A partir de los resultados de Ipsos, comentó que para una cantidad grande de personas, la democracia no es suficiente como un fin en sí misma, sino que “tiene que dar resultados en su día a día”.

Para Macera, la ausencia de estos resultados es lo que explica su “erosión”.  “Porque no ha funcionado para resolver problemas prácticos como la inseguridad, el acceso a bienes públicos, entre otros”, señaló.

Macera destacó el hecho de que el estudio arroja que para los peruanos la crisis institucional y política sí  termina afectando a las economías familiares.

“Por mucho tiempo hemos hablado de las cuerdas, es decir la supuesta separación entre la economía y la política, pero existe una intuición nacional de que eso no existe porque la gente responde que la crisis genera inestabilidad, lo que a su vez provoca un impacto sobre la vida económica de la familia promedio. Para la mayoría de la gente, lo de las cuerdas separadas no viene a ser tal”, refirió Macera.  

En efecto, de acuerdo con Ipsos, el 86% sostiene que la crisis política lo perjudica en su vida cotidiana. Y, de ese total, el 62% afirma que la principal afectada es su economía familiar. El 32% responde que por la crisis aumenta su sensación de inseguridad.

Estos resultados desmentirían la idea de que los peruanos miran con lejanía —incluso indiferencia— la crisis política porque sencillamente no les interesa. En realidad, según Ipsos, una amplia mayoría encuentra que existe relación entre la inestabilidad y su día a día.

En tanto, Rosa Bueno, presidenta de la Cámara de Comercio de Lima, abogó porque los empresarios se involucren más en ayudar a la promoción de los valores democráticos.

“Yo creo que, si no logramos reforzar la democracia, entonces todo lo demás va a terminar deteriorándose. (...) Muchos de los que están presentes aquí son empresarios jóvenes y tenemos que tomar nuestra responsabilidad para ayudar a reforzar los valores de la democracia”, comentó Bueno. 

Asimismo, aseveró que es necesario implementar una reforma política que ayude a mejorar la calidad de la representación. “No podemos enfrentarnos a una elección con treinta y cinco partidos porque va a ocurrir aquello de lo que se quejan los ciudadanos: que las autoridades elegidas no los representan”, indicó.

Bueno recordó que la CCL presentó el año pasado al Congreso quince propuestas de reforma política.

La actividad estuvo organizada por el movimiento Capitalismo Consciente.

Afirman que se necesita promover el diálogo

Diego Macera expuso en su presentación que una opción de reforma que debería evaluarse —no la única— es la renovación del Congreso por tercios o mitades.

“Es verdad que eso haría que haya elecciones más seguido y significaría un costo económico, pero me parece que los beneficios serían mayores porque podrías darle una mayor legitimidad al Parlamento, lo que a su vez ayudaría a la gobernabilidad”, señaló.

Rosa Bueno, por su parte, sostuvo que los empresarios podrían convertirse en promotores del diálogo entre distintos sectores del país.

“Creo que nosotros podríamos convertirnos de alguna manera en espacios seguros para poder conversar”, dijo.

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