Familiares de desaparecido reciben la última nota que les escribió
Arquímedes Ascarza fue sacado por militares de su casa en 1983 y llevado al Cuartel Los Cabitos, desde donde logró enviar un mensaje en un pedazo de papel a su madre. El documento, que fue una importante prueba en el proceso judicial, ha sido devuelto a su familia.
A cuatro años de la muerte de Angélica Mendoza de Ascarza, más conocida como Mamá Angélica, por su liderazgo en la búsqueda de su hijo y otros desaparecidos en Ayacucho durante los años de violencia política, ha sido devuelto a su familia el último mensaje que les envió.
“Arquímedes regresó a nosotros con su voz en esta nota, pero debe haber habido muchos Arquímedes que hubieran deseado poder mandar un escrito, pero no pudieron”, refirió su hermana Inez durante la ceremonia realizada ayer en Huamanga, en representación de sus familiares.
La madrugada del 2 de agosto de 1983 una patrulla militar lo sacó de su casa y nunca más lo volvieron a ver. Mamá Angélica lo buscó en el cuartel Los Cabitos, pero siempre negaron haberlo llevado. Pocos días después, a través de un suboficial del Ejército, logró hacerles llegar un pequeño trozo de un saco de azúcar con su última súplica.
“Mamá por favor consigue abogado y busca los modos posibles de que pasen al juzgado porque mi situación está bien complicada. Yo me encuentro bien, no se preocupen, pero de todas maneras insistan diario al cuartel para que me pasen al juzgado o hablar con alguien, y consigue dinero. Chau. Arquímedes”, decía el pedazo de papel que Mamá Angélica guardó durante años como su más preciado recuerdo, hasta que en el 2012 lo entregó a la Sala Penal Nacional cuando llegó a Huamanga a recoger los testimonios de familiares y testigos de las detenciones.
Nota de Arquímedes Ascarza. Foto: difusión
Además, les dio un cuaderno del muchacho para comparar ambas letras mediante un peritaje oficial, y que ayudó en el proceso judicial.
Durante la ceremonia de reposición, participó de forma virtual el fiscal Daniel Jara, actual coordinador de las Fiscalías de Derechos Humanos, quien junto a la fiscal Luz Ibáñez trabajó en el caso Cabitos, probando la autoría mediata de parte del estado mayor del destacamento militar
“Su inicio, progreso y culminación fue producto de muchos esfuerzos, pero sobre todo de esa fuerza y perseverancia y enérgica lucha de los familiares que, pese al horror de esos años, se resistieron al olvido y la impunidad. Mamá Angélica es el mejor ejemplo de ello. Nada la detuvo”, reconoció el representante del Ministerio Público.
Remarcó que, por su búsqueda incansable, ella fue uno de los artífices de la sentencia del caso Cabitos por la desaparición de 53 personas en 1983.
Tras nueve años, la abogada Gloria Cano, de la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH), devolvió ambos recuerdos a las hermanas de Arquímedes.
“Esta nota fue entregada con mucho dolor y angustia por doña Angélica a la Sala Penal, con mucho miedo de que lo perdieron y por eso nos encargó que lo vigiláramos y cuidáramos. Las defensas de los acusados señalaron que seguro era falsa, pero el peritaje comparando con el cuaderno con escritos de puño y letra de Arquímedes, dio positivo; y el papel y la tinta coincidían con la data de antigüedad”, dijo en la ceremonia.
Relató que, al culminar el proceso con la condena de dos de los procesados, el mensaje y el cuaderno les fue entregado en custodia a Aprodeh, el cual ayer devolvieron a sus familiares. “Esta nota no es solo parte de la historia de Arquímedes y de la familia Ascarza, sino de Ayacucho y del Perú”, resaltó Cano.
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