Angélica Mendoza se encontraba delicada de salud desde hace algunas semanas. Su coraje y fortaleza para buscar a su hijo desaparecido cuartel Los Cabitos la convirtieron en un símbolo.,“Mamá Angélica” ha partido a la eternidad este lunes. A los 88 años, Angélica Mendoza de Ascarza no soportó más una dura enfermedad que se agravó en las últimas horas, luchó hasta el último aliento, pero no fue suficiente. La mujer, natural de Ayacucho, se convirtió en el símbolo de los familiares de desaparecidos en el Perú a raíz del coraje que siempre mostró para buscar a su hijo Arquímedes Ascarza Mendoza. Nunca cedió y palideció en esta misión. PUEDES VER: Los Cabitos: Estas fueron las sentencias que recibieron los acusados Su pesadilla comenzó en 1983 cuando se llevaron a uno de sus hijos al cuartel Los Cabitos. Este marco fue el punto de partida para comenzar, no solo su lucha, sino la de decenas de desaparecidos por el Ejército, pero a su vástago nunca más lo volvió a ver. La lucha de mamá Angélica marcó un antes y un después en la defensa de los derechos de miles de personas que aún buscan a sus familiares desaparecidos por militares. Con esta convicción fundó la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos (ANFASEP). Su testimonio fue clave ante la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) para conocer las atrocidades que se cometieron en Los Cabitos. Más de 30 años después, precisamente hace 10 días, se emitió sentencia a los responsables de las matanzas que ocurrieron en este cuartel. “Las familias han conseguido un poco de justicia, hay culpables declarados, sin embargo, debemos seguir atentos para que está se consolide y siente un precedente para nuestra memoria, para nuestra lucha, para la paz y justicia para las familias de Ayacucho y del Perú. Muchas gracias quienes estuvieron con las familias hasta el final de este largo proceso”, dijo el pasado 18 de agosto. Fujimori la acusó de terrorista El dolor de perder un hijo no fue lo único que enfrentó ‘mamá Angélica’. El 15 de setiembre de 1992 fue acusada por el gobierno de Alberto Fujimori de ser “Embajadora del terrorismo en Francia” por fundar esta organización. Según ANFASEP, la mujer respondió la acusación dirigida directamente al presidente, negando tajantemente estas denuncias. El acoso y seguimiento hacia la organización debilitaron las actividades de esta. Pero en septiembre de 1994 el Poder Judicial dictaminó que no existen pruebas contra Angélica Mendoza que la vinculen al terrorismo.