El país de América Latina que alberga a las últimas tribus aisladas del mundo: se encuentra en el corazón de la Amazonía
Esta tribu de América Latina eligió el aislamiento por más de 100 años y podrían enfrentar la desaparición por amenazas como la minería y la explotación maderera.
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En la zona noreste del Perú habita la tribu Mashco Piro, una comunidad amazónica seminómada que eligió mantenerse al margen del contacto con el mundo exterior. Esta decisión de aislamiento voluntario ha perdurado por más de 100 años. Su supervivencia depende completamente de la selva, de la cual obtienen alimento, recursos y herramientas. Utilizan arcos y flechas de gran tamaño para cazar y mantener sus costumbres ancestrales.
Según un reciente informe elaborado por la organización internacional Survival International, todavía existen al menos 196 pueblos indígenas no contactados que han decidido mantenerse sin contacto con el resto del mundo. Entre ellos, el grupo Mashco Piro sería el más numeroso de todos.
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El riesgo de desaparecer para siempre
El informe Survival International advierte que, si los gobiernos no refuerzan sus políticas de protección, cerca de la mitad de aquellos pueblos indígenas no contactados podrían desaparecer en los próximos diez años. Entre las principales amenazas que enfrentan se encuentran las actividades de industrias extractivas, como la tala de árboles y la minería.
Además, se señala que los misioneros y los influencers de redes sociales, motivadas por la búsqueda de atención y clics, también suponen un riesgo cultural para estas comunidades. De acuerdo con testimonios de habitantes locales, los Mashco Piro han comenzado a acercarse cada vez más a la comunidad de Nueva Oceanía, un pequeño caserío pesquero formado por unas siete u ocho familias.
Esta localidad se encuentra a orillas del río Tauhamanu, en el corazón de la Amazonía peruana, y está tan aislada que el poblado más cercano se ubica a diez horas de viaje en bote. Pese a su cercanía con los pueblos en aislamiento, la zona no cuenta con reconocimiento oficial como territorio protegido, y en ella operan empresas dedicadas a la explotación maderera.
El dilema de los habitantes de Nueva Oceanía
Los habitantes de Nueva Oceanía enfrentan un dilema difícil de resolver. Por un lado, sienten temor por la presencia de los Mashco Piro y sus flechas, pero por otro, mantienen un profundo respeto hacia estos pueblos indígenas, a quienes consideran como sus hermanos del bosque. Su deseo es protegerlos. Tomás, uno de los pobladores, relata que el estruendo de las máquinas utilizadas por las empresas madereras puede escucharse día y noche.
La preocupación en el pueblo crece ante la posibilidad de que esta situación provoque enfrentamientos, así como por el riesgo de que los madereros transmitan enfermedades a los indígenas, quienes carecen de defensas ante virus comunes. Letitia Rodríguez López vivió un momento impactante mientras recolectaba frutas en el bosque. “Escuchamos gritos, como el llanto de muchas personas al mismo tiempo. Era un grupo grande”, recuerda.
Fue la primera vez que tuvo un encuentro directo con los Mashco Piro, y del susto salió corriendo. Una hora después, aún sentía el dolor de cabeza provocado por el impacto emocional. "Como hay madereros y empresas que talan el bosque, huyen, quizá por miedo, y acaban cerca de nosotros", afirma.
La nula preocupación por los grupos aislados
En Perú, el Estado mantiene una política de no contacto con los pueblos indígenas aislados, lo que prohíbe cualquier intento de interacción con estas comunidades. Esta medida se basa en la experiencia brasileña, donde tras años de lucha de organizaciones defensoras de los derechos indígenas, se concluyó que los primeros contactos con estos grupos podrían llegar a provocar su desaparición.
Un ejemplo trágico ocurrió en la década de 1980, cuando el pueblo nahua, al entrar en contacto con personas ajenas a su entorno, la mitad de su población murió en apenas unos años. Una situación similar vivió el pueblo murunahua durante la década de 1990.
"Los pueblos indígenas aislados son muy vulnerables: epidemiológicamente, cualquier contacto podría transmitir enfermedades, e incluso las más simples podrían exterminarlos", advirtió Issrail Aquisse, representante de la organización peruana Femanad, que trabaja en defensa de los derechos de estas poblaciones.
¿Qué tribus aisladas del mundo en América Latina?
- Ayoreo (Paraguay): Este pueblo indígena habita en la región del Chaco, donde su existencia se ve seriamente amenazada por la expansión del agronegocio y la deforestación acelerada. Algunos grupos Ayoreo aún viven en aislamiento voluntario, particularmente en la zona fronteriza entre Paraguay y Bolivia.
- Tagaeri y Taromenane (Ecuador): Ambas comunidades pertenecen al pueblo Huaorani y se encuentran en situación de aislamiento en el Parque Nacional Yasuní, uno de los territorios más biodiversos del planeta. Viven en pequeños núcleos familiares y se sostienen mediante prácticas tradicionales como la caza y la recolección.
- Nukak (Colombia): Originarios de la selva amazónica colombiana, los Nukak han mantenido históricamente un estilo de vida nómada y autosuficiente. Su contacto con el mundo exterior ha sido limitado, y actualmente continúan enfrentando riesgos por conflictos armados y presiones sobre su territorio ancestral.
- Korubo (Brasil): Conocidos por su defensa férrea del territorio, los Korubo residen en el Valle del Yavarí, en plena Amazonía brasileña. Su aislamiento ha sido voluntario y, debido a su reputación de proteger activamente sus tierras, algunos los llaman "los golpeadores".
























