Excomandante Ravines, líder de 'Escuadrón de la Muerte' es candidato al Senado con el partido Un Camino Diferente
Raúl Prado Ravines se encuentra actualmente preso por el delito de homicidio calificado.
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Raúl Enrique Prado Ravines, excomandante de la Policía Nacional del Perú (PNP) y señalado como cabecilla de la organización criminal conocida como Escuadrón de la Muerte, figura hoy inscrito como candidato al Senado por el partido Un Camino Diferente para las elecciones generales de 2026, pese a que actualmente se encuentra en prisión preventiva por el caso que se le investiga
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Prado Ravines fue capturado este año tras años de estar prófugo de la justicia y enfrentó una condena de 35 años de prisión por homicidio calificado relacionada con su actuación al mando del Escuadrón de la Muerte.
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Esa sentencia fue anulada en septiembre de 2025 por la Segunda Sala Penal de Apelaciones Nacional y se ordenó un nuevo juicio oral. Sin embargo, sigue en prisión preventiva por 36 meses en una causa derivada del mismo caso, lo que le impide salir libre aunque postule al cargo.

Prado Ravines, líder del 'Escuadrón de la Muerte'
Cabe recordar que Prado Ravines es un oficial en retiro de la PNP señalado como líder de un grupo policial clandestino que operó entre aproximadamente 2012 y 2016 en varias regiones del norte del país, como Piura, Trujillo y Chiclayo, y también en Lima y Chincha.
El llamado Escuadrón de la Muerte fue una organización integrada por oficiales y suboficiales que realizaban ejecuciones extrajudiciales de supuestos delincuentes y hasta de policías.
Ellos montaban falsos operativos para hacer pasar estos crímenes como enfrentamientos exitosos, con el objetivo de obtener ascensos, condecoraciones y beneficios económicos dentro de la institución policial.
La existencia del grupo fue revelada tras denuncias internas y la Fiscalía determinó que sus miembros contactaban con informantes para atraer a personas, muchas veces delincuentes de delitos menores, a escenarios preparados para emboscarlas y asesinarlas, luego manipular la escena del crimen para simular enfrentamientos reales.






















