No es eutanasia: las particularidades de la muerte asistida que está próxima a ser legal en Reino Unido
Reino Unido avanza hacia la legalización de la muerte asistida para adultos con enfermedades terminales. Con estrictos requisitos, la ley permitirá decidir sobre el fin de la vida. ¿Cómo funciona el procedimiento y qué condiciones exige?
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Para que una persona pueda recibir la muerte asistida tiene que ser capaz de beber un vaso de agua por sí misma. El medicamento disuelto en líquido produce sueño durante algunos minutos y dentro de unas horas llega el último respiro. Según quienes defienden la medida, esta es la única opción de alivio que queda si se padece una larga y tortuosa enfermedad sin cura. El polémico proceso está próximo a ser legal en Reino Unido, luego de la aprobación de un proyecto de Ley, el último 20 de junio, tras cuatro horas de intenso debate en la Cámara de los Comunes.
Hay una diferencia entre ‘eutanasia’ y ‘muerte asistida’. Para lo discutido en Reino Unido, “es la propia persona que sugiere la sustancia recetada por el médico”, precisa Josefina Miró Quesada, abogada que ha acompañado casos de petición de muerte digna en Perú. “Es un modelo distinto, la gran diferencia está en quién la ejecuta y con ello también trae limitaciones. Hay personas que físicamente no pueden autoingerir medicamentos y entonces necesitan la intervención de un médico”, explica.
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La propuesta legal presentada por la diputada británica Kim Leadbeater aún requiere pasar a una última instancia: la aprobación por la Cámara de los Lores. Previamente, fue respaldada por parlamentarios en noviembre de 2024. Desde entonces, el procedimiento para la muerte asistida, también conocida como 'suicidio asistido' ha sido sometido a meses de debate, votaciones, audiencias públicas y recomendaciones de expertos. Mientras el efecto de la toma de la sustancia tarda unas horas, los requisitos para llegar hasta ese punto alargan el camino. La persona interesada es libre de dar marcha atrás en cualquier momento, lo que exige firmeza para la decisión.
PUEDES VER: El camino hacia la legalización de la muerte asistida en Reino Unido: en qué consiste la propuesta aprobada

Muerte asistida y no eutanasia
La muerte asistida también es conocida como 'asistencia médica al suicidio'. Miró Quesada destaca que en los países donde ya es legal este proceso es muy importante la diferencia de los términos. “Tienen mucha reticencia al hablar de eutanasia porque piensan en el fantasma de la 'eugenesia', el programa que la Alemania nazi utilizó para eliminar a comunidades con discapacidad y esa aberración no es eutanasia”, comenta.
“También piensan que es mejor que la presencia de un médico se limite únicamente a entregar la sustancia, los medicamentos que causan la muerte y que sea finalmente la propia persona quien tenga la última decisión. Esto debido a la diferencia desigual de poderes”, señala.
El proyecto de ley en Reino Unido detalla que la sustancia debe ser prescrita bajo estrictas condiciones médicas y legales para garantizar la seguridad y el respeto a la autonomía del paciente. Entre los requisitos, según un informe de la BBC, la persona interesada: debe tener más de 18 años, vivir en Inglaterra o Gales —el proyecto excluye a Escocia e Irlanda del Norte—, estar registrada con un médico de cabecera durante al menos un año y tener una expectativa de vida de seis meses o menos.
La elección de morir debe ser un deseo libre, sin coerción de ningún tipo, lo cual tiene que ser expresado en dos declaraciones separadas, presenciadas y firmadas. Además, dos médicos deben aprobar que se trata de pacientes elegibles, con al menos siete días entre cada evaluación.
Con la solicitud ya aprobada, el paciente debe esperar 14 días para que el médico prepare la sustancia, cuyo nombre no ha sido especificado públicamente con el proyecto de ley. En caso de dificultades para ingerirla, la persona podrá recibir ayuda para autoadministrarse la fórmula, pero nunca podrá hacerlo un tercero
Legalización de muerte asistida en el mundo
Los países donde se ha aprobado la legalización de la muerte asistida y la eutanasia, según la organización Derecho a Morir Dignamente (DMD) son: Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Colombia, Canadá, España, Nueva Zelanda, Portugal y Ecuador. En Suiza no se ha legalizado la eutanasia activa, pero sí se permite el suicidio asistido bajo condiciones estrictas. Este proceso también es legal en varios estados de Australia y de Estados Unidos. Las condiciones varían.
“Hay algunos países que, antes de acceder a la eutanasia, exigen que la persona acceda a cuidados paliativos y, solo cuando estos no funcionan, recién pueden acceder de manera subsidiaria a la eutanasia o muerte médica asistida. Hay países donde se establecen requisitos de residencia donde solo pueden acceder quienes residen en esa jurisdicción, para evitar un turismo, como ocurre en Suiza”, cuenta Miró Quesada.
En Suiza, a diferencia de la mayoría de países, se permite el suicido asistido incluso a personas extranjeras. Ello ha dado paso a lo llamado “turismo de la muerte”. Además, solo en este país existen organizaciones como EXIT o Dignitas, especializadas en facilitar la muerte asistida.
Por otro lado, mientras que los principales métodos para llevar a cabo la eutanasia y suicidio asistido son inyección intravenosa y administración oral, en Suiza se ha desarrollado una innovadora y polémica 'cápsula para el suicidio'. El dispositivo es como un ataúd ovalado con tapa transparente y un botón que inyecta gas nitrógeno en una cámara sellada. Lo fabricó el inventor australiano Philip Nitschke, fundador de EXIT, bajo el argumento de “desmedicalizar el proceso a morir”. Todavía no cuenta con una regulación específica que lo autorice y su empleo está en medio de un debate abierto.

La cápsula para suicidio asistido aún no cuenta con aprobación legal específica para su uso. Foto: AFP

















