
Hombre murió por beber del mismo termo todos los días en Taiwán: el plomo acumulado en el envase le provocó neumonía
Los médicos detectaron niveles altos de plomo en su sangre tras meses de síntomas como fatiga y dolor abdominal. Investigaciones revelaron que el desgaste del termo permitió la intoxicación crónica.
- Hallan muerta a un bebé en vertedero de Madrid: autoridades registran la casa de la madre, quien es la principal sospechosa
- Detienen a madre de la bebé hallada muerta en un vertedero: perros rastreadores encuentran restos de sangre en su casa de Madrid, España

La rutina de hidratarse cada día con el mismo termo metálico acabó en tragedia para un hombre en Taiwán. Médicos locales confirmaron que el paciente, cuya identidad no ha sido revelada, falleció por una neumonía letal causada por intoxicación por plomo, tras usar durante más de una década el mismo recipiente corroído para bebidas como café, gaseosas y agua.
Según publicó The Daily Mail, el recipiente, visiblemente oxidado, liberaba pequeñas partículas de metal tóxico que fueron ingeridas durante años. Aunque era lavado con frecuencia, el desgaste interno permitió que el plomo se filtrara lentamente en su organismo, debilitando su sistema inmune hasta volverlo incapaz de combatir una infección pulmonar.
PUEDES VER: La enfermedad que cruzó el Atlántico con Cristóbal Colón y se propagó por toda América: no fue la malaria

Envenenamiento silencioso por termo corroído
La víctima comenzó a experimentar síntomas hace aproximadamente un año. Fatiga persistente, dolor abdominal, entumecimiento en las extremidades y deshidratación fueron las primeras señales. Al realizarse pruebas clínicas, los médicos detectaron niveles anormalmente altos de plomo en sangre.
El paciente había convertido el uso de su termo metálico en una práctica diaria. En él transportaba agua, refrescos carbonatados y café, sin saber que la corrosión interna del envase liberaba plomo de manera constante. Los profesionales de la salud señalaron que las bebidas ácidas o carbonatadas aceleran este proceso químico, sobre todo cuando el recipiente presenta óxido o deterioro visible.
“El termo estaba visiblemente corroído. Bebidas como la cola podrían haber facilitado la liberación del plomo”, advirtieron los médicos que atendieron el caso.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el envenenamiento por plomo provoca alrededor de un millón de muertes al año. Esta sustancia se acumula lentamente y afecta múltiples órganos. En este caso, el sistema inmunológico quedó tan comprometido que no logró resistir una infección respiratoria común.
PUEDES VER: Detienen al torero español Cayetano Rivera tras altercado con policías en pleno centro de Madrid

Riesgos de intoxicación por metales pesados
La intoxicación crónica por metales pesados como el plomo, el arsénico o el mercurio, puede causar daños irreversibles. Estos elementos tóxicos se van acumulando progresivamente en el organismo, afectando órganos vitales y funciones neuronales.
Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:
- Dolor abdominal constante
- Fatiga intensa y debilidad muscular
- Escalofríos, fiebre y entumecimiento en manos y pies
- Náuseas, vómitos y pérdida de apetito
- Alteraciones renales y neurológicas
En el caso del paciente en Taiwán, la exposición prolongada a pequeñas dosis de plomo llevó a una intoxicación severa, sin una causa evidente en su entorno. Solo al identificar el uso constante de un termo corroído se estableció el origen del envenenamiento.
Recomendaciones médicas y prevención contra la intoxicación con plomo
Tras lo ocurrido, expertos en salud recomiendan revisar cuidadosamente los materiales de fabricación de termos, botellas y otros recipientes reutilizables. La mejor opción, según los especialistas, es el acero inoxidable tipo 304, que es resistente a la corrosión y seguro para el contacto con alimentos y bebidas. Otras recomendaciones clave sería lo siguiente:
- Evitar termos con óxido, rayaduras o abolladuras visibles
- No usar estos envases para bebidas carbonatadas o ácidas
- Reemplazarlos cada 2 o 3 años si tienen uso frecuente
- Consultar si el material está libre de plomo, microplásticos y BPA
- Preferir productos certificados como aptos para uso alimentario