China pide a EE. UU. que abandone su sistema antimisiles, 'cúpula dorada', que aumentaría el riesgo de una carrera armamentística
El Gobierno chino expresó su profunda preocupación ante la decisión de Estados Unidos de construir la "cúpula dorada", un escudo antimisiles con tecnologías terrestres, navales y espaciales.
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La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Mao Ning, advierte que este plan militar de Trump podría desencadenar una carrera armamentística. Foto: composición LR/EFE/IA
China instó este miércoles a Estados Unidos a cancelar su plan de construir una sofisticada red de defensa antimisiles, conocida como la cúpula dorada, cuyo desarrollo anunció el presidente Donald Trump con un presupuesto inicial de 175.000 millones de dólares. El régimen de Pekín advirtió que la ejecución de este programa militar solo fomentaría una carrera armamentística sin precedentes a nivel global.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Mao Ning, afirmó en conferencia de prensa que la estrategia de defensa estadounidense “busca una seguridad absoluta a expensas de la estabilidad mundial”. También expresó la “profunda preocupación” de su gobierno ante lo que considera una amenaza directa al equilibrio geoestratégico internacional.
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Una red de defensa sin precedentes
La cúpula dorada fue anunciada por Trump durante una conferencia conjunta con el secretario de Defensa, Pete Hegseth. Este escudo antimisiles de última generación prevé combinar tecnologías terrestres, navales y espaciales, incluyendo sensores avanzados e interceptores desplegados en el espacio. Su objetivo es proteger a EE. UU. contra amenazas como misiles balísticos, hipersónicos, de crucero, drones armados y proyectiles lanzados desde el espacio.
El presidente estadounidense explicó que el sistema estará operativo antes de que finalice su mandato en 2029. El proyecto de ley que presentará al Congreso contempla una partida inicial de 25.000 millones de dólares para comenzar su desarrollo. Trump aseguró que “Estados Unidos tendrá el mejor sistema jamás construido”, citando como referencia el Iron Dome de Israel, aunque subrayó que su versión será “mucho más avanzada”.
China cuestiona el modelo de seguridad de Washington
Pekín considera que la cúpula dorada representa un avance unilateral que pone en riesgo la seguridad colectiva. Mao Ning señaló que “el plan promueve abiertamente la investigación, desarrollo y despliegue ilimitado de sistemas de interceptación”, y alertó que esto podría desencadenar una respuesta militar de otras potencias, incluyendo China y Rusia.
La portavoz china recordó que su país defiende el principio de seguridad compartida, y pidió a Washington adoptar medidas que fortalezcan la confianza internacional en lugar de aumentar la tensión. “Instamos a Estados Unidos a abandonar esta estrategia y dialogar con las principales potencias para preservar la estabilidad”, declaró.
La crítica china se enmarca en un contexto donde la competencia espacial y armamentística entre potencias se ha intensificado. Washington acusa tanto a China como a Rusia de haber desplegado satélites con capacidad ofensiva, diseñados para inutilizar equipos espaciales enemigos. Esto ha sido uno de los argumentos clave de Trump para justificar el desarrollo de un escudo desde el espacio.
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Un proyecto ambicioso y costoso
Según estimaciones preliminares, la cúpula dorada podría costar más de 500.000 millones de dólares en un plazo de 20 años, según cifras de la Oficina Presupuestaria del Congreso citadas por CNN. Se trataría de una de las inversiones más ambiciosas en defensa en la historia reciente de Estados Unidos.
El sistema propuesto por Trump incluye:
- Interceptores capaces de neutralizar misiles hipersónicos
- Detección temprana desde satélites
- Defensa terrestre integrada con sensores avanzados
- Capacidades navales de respuesta inmediata
- Coordinación con sistemas de inteligencia artificial para respuesta automática
El mandatario señaló que esta iniciativa representa una evolución del modelo israelí de defensa antimisiles, pero con capacidades ampliadas a amenazas de largo alcance, incluso aquellas lanzadas desde fuera de la atmósfera terrestre. “Ayudamos a Israel y tuvimos éxito. Ahora tenemos tecnología más avanzada para proteger nuestra patria”, sostuvo.
China, por su parte, advirtió que estos movimientos podrían empujar a otras potencias a desarrollar sistemas similares, deteriorando acuerdos multilaterales sobre armamento y escalando el conflicto estratégico global. La comunidad internacional observa con atención la respuesta de Moscú, que también podría considerar este despliegue como una provocación directa.
