El ambicioso plan espacial de China: miles de satélites con IA para crear una supercomputadora que funcione en el espacio
Los satélites chinos lanzados con el cohete Long March 2D podrán generar gemelos digitales 3D, útiles para emergencias, vigilancia y simulaciones virtuales con alta precisión desde el espacio.
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China ha avanzado notablemente en el ámbito tecnológico con el despliegue inicial de 12 satélites que forman parte de la Constelación de Computación de Tres Cuerpos, un elemento clave del proyecto Star Compute. Esta iniciativa es liderada por ADA Space, Zhejiang Lab y el parque tecnológico de Neijiang. Los satélites lanzados conforman la base de una supercomputadora espacial de alcance nacional, diseñada para realizar hasta cinco petaoperaciones por segundo (POPS) desde el espacio, marcando un hito en la computación orbital.
Cada satélite cuenta con un modelo de inteligencia artificial de 8.000 millones de parámetros y una capacidad de procesamiento de 744 TOPS, cifras que superan ampliamente a las de sistemas terrestres convencionales. El lanzamiento, realizado el 14 de mayo desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan con un cohete Long March 2D, marca el inicio de una infraestructura de procesamiento de datos que se alimenta con energía solar orbital y minimiza el consumo energético en comparación con los centros de datos terrestres.
China lanza 12 satélites para construir la primera supercomputadora espacial con IA
La constelación recién desplegada está equipada con sistemas de comunicación láser transórbital que alcanzan velocidades de 100 Gbps, lo que permite la interconexión directa entre los satélites sin pasar por estaciones terrestres. Esta red descentralizada opera con un almacenamiento satelital de 30 terabytes y permite el procesamiento en tiempo real de datos astronómicos y científicos.
Además, los satélites incluyen instrumentos como detectores de rayos X para captar fenómenos cósmicos, junto con capacidades para crear gemelos digitales 3D. Estas funciones podrían aplicarse en áreas como la gestión de emergencias, la vigilancia espacial, el turismo virtual y el entretenimiento digital con inteligencia artificial en el espacio.
¿Competencia global? Estados Unidos y Europa observan con interés el modelo chino
El astrónomo y experto espacial Jonathan McDowell, de la Universidad de Harvard, explicó que esta iniciativa marca un hito en la computación espacial. Señaló que los centros de datos espaciales podrían ofrecer ventajas sustanciales frente a los terrestres, como un menor consumo energético y la eliminación de sistemas de refrigeración, que hoy requieren miles de millones de litros de agua al año.
Con un objetivo final de alcanzar 1.000 POPS, China busca superar la capacidad de supercomputadoras como 'El Capitán' en Estados Unidos. Frente a esto, se espera que tanto EE. UU. como Europa aceleren sus propios proyectos de infraestructura orbital para no perder terreno en esta nueva carrera tecnológica global impulsada por la inteligencia artificial y el procesamiento de datos en órbita.