
Asesinó a sus padres y convivió con los cadáveres durante cuatro años mientras vaciaba sus tarjetas de crédito
Virginia McCullough asesinó a sus padres y convivió con sus cuerpos momificados, mientras fingía una vida normal. La mujer utilizó sus pensiones para mantener su estilo de vida.
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Virginia McCullough, una mujer británica de 36 años, fue acusada de asesinar a sus padres y vivir con sus cadáveres durante cuatro años. Este caso ha conmocionado a la comunidad de Chelmsford, Inglaterra, donde la mujer utilizó las pensiones de sus víctimas y sus tarjetas de crédito para mantener su estilo de vida.
Los asesinatos de John, de 70 años, y Lois, de 71, fueron meticulosamente planeados por McCullough, quien, tras cometer el crimen, ocultó los cuerpos en un armario y en una "tumba casera". Durante años, mantuvo la farsa de que sus padres estaban vivos, enviando mensajes a familiares y amigos haciéndose pasar por ellos. Este engaño se desmoronó en 2023, cuando el médico de cabecera de la pareja comenzó a sospechar de su ausencia.
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¿Cómo Virginia McCullough asesinó a sus padres en Inglaterra?
El 17 de junio de 2019, Virginia McCullough llevó a cabo su plan de asesinato, envenenando a su padre con un cóctel de medicamentos ocultos en bebidas alcohólicas. Tras la muerte de John, atacó a su madre, Lois, mientras esta escuchaba la radio en su habitación. Utilizando un martillo y un cuchillo, McCullough apuñaló a su madre en un acto de violencia que dejó a la comunidad en estado de shock.
Después de cometer los asesinatos, McCullough no solo ocultó los cuerpos, sino que también se dedicó a saquear las finanzas de sus padres. Durante cuatro años, utilizó sus pensiones y tarjetas de crédito, acumulando deudas y gastos que superaron las 150.000 libras. La mujer se hizo pasar por sus padres en comunicaciones con amigos y familiares, creando una red de mentiras que la mantuvo a flote durante años.
¿Cómo se descubrió el crimen?
El médico de la familia McCullough fue el primero en alertar a las autoridades sobre la desaparición de John, un pensionista de 70 años. La investigación que siguió llevó al descubrimiento de los cuerpos, que habían sido ocultos de manera macabra. John fue envenenado con pastillas somníferas, mientras que Lois fue golpeada y apuñalada por su hija.
Virginia selló los cuerpos en plástico y bloques de mampostería, creando un mausoleo improvisado en su hogar. Durante años, mantuvo la fachada de una cuidadora devota, utilizando los teléfonos de sus padres para enviar mensajes y regalos, y así engañar a amigos y familiares.
La pandemia de COVID-19 proporcionó a Virginia una cortina de humo perfecta para continuar con su engaño. Las restricciones y el aislamiento social le permitieron ocultar su crimen sin levantar sospechas. Sin embargo, su detención reveló la verdad detrás de la fachada que había construido.
En grabaciones de la policía, Virginia expresó una aceptación inquietante de su destino, afirmando: “Sabía que esto sucedería eventualmente. Es apropiado que cumpla mi castigo”. Esta declaración refleja una complejidad emocional que va más allá del simple acto del crimen.