Así es la vida en una habitación de 3 metros en Nueva York: cuesta más de 2.000 dólares por mes
Dos jóvenes comparten cómo es su vida diaria en un cuarto multifuncional de apenas 3 metros, por el cual pagan más de 2.000 dólares al mes en Nueva York, una de las ciudades más caras del planeta.
La crisis de alquileres en Nueva York (Estados Unidos) se ha intensificado en los últimos años, convirtiéndose en uno de los principales desafíos para los residentes de la ciudad. Los elevados costos de arrendamiento, impulsados por la alta demanda y la limitada oferta de viviendas asequibles, han generado un impacto significativo en la calidad de vida de los habitantes
Según el youtuber HiClavero con más de 1 millón de seguidores, retrata como es vivir en un departamento en la ciudad de Nueva York a través de diferentes historias de personas que alquilan pequeños espacios, para saber los precios y tamaños por lo que se arriendan.
¿Cómo es vivir en una habitación de 3 metros en Nueva York?
Dos jóvenes cuentan como es vivir en un cuarto multifuncional de 3 metros por el precio de 2,070 dólares sin incluir los servicios como agua, luz y arbitrios. En el video se visualiza un cuarto con tan solo un camarote, cocina empotrada y comedor, todo en un mismo espacio en el que lo único apartado, es el baño.
El youtuber muestra como viaja hasta el otro lado de la ciudad, hasta llegar a una habitación multifuncional ubicada cerca de Coney Iland en Nueva York, en el que viven Wiliam y Rafael. Ellos cuentan que viven en este lugar para economizar dinero. Sin embargo, esto pone en evidencia los extremos a los que se tienen que enfrentar algunas personas en busca de un hogar.
¿Cómo afecta a una persona vivir en un lugar tan reducido?
Vivir en un espacio reducido puede generar diversos impactos en la vida de una persona, afectando tanto su salud mental como su bienestar físico. Uno de los efectos más notorios es el incremento del estrés y la ansiedad. La falta de espacio personal y la imposibilidad de contar con áreas privadas pueden provocar una sensación constante de agobio. Este entorno se vuelve aún más problemático si no está bien organizado, lo que puede exacerbar el malestar emocional.
Asimismo, la salud mental puede verse significativamente afectada. Pasar largos periodos en un lugar reducido, especialmente si no hay acceso a luz natural o áreas al aire libre, puede derivar en sentimientos de claustrofobia o depresión. La ausencia de un ambiente que favorezca el descanso y la desconexión agrava esta situación, perjudicando el equilibrio emocional de quienes habitan en espacios pequeños.