Israel bombardea intensamente el sur de Beirut
Los ataques, considerados los más severos desde 2006, generan caos en las calles de Beirut y ponen en riesgo la paz en la región. Netanyahu, en la ONU, asegura que continuarán hasta lograr sus objetivos.
Israel bombardeaba intensamente en la madrugada del sábado los suburbios sur de Beirut, de donde huyeron cientos de familias después de un ataque contra el cuartel general de Hezbolá presuntamente dirigido contra el jefe del movimiento islamista.
Los bombardeos, los más intensos en Beirut desde la guerra de 2006 entre Israel y Hezbolá, provocaron la huida de cientos de personas del sur de esta ciudad mediterránea, con atascos en mitad de la noche en sus calles habitualmente desiertas.
"Estábamos en casa cuando hubo la orden de evacuar. Tomamos los documentos de identidad, nuestras cosas y salimos", dijo a la AFP Radwan Msallam, un refugiado sirio y padre de seis hijos que ahora no tiene "ningún sitio adonde ir".
La nueva campaña de bombardeos contra la capital libanesa empezó por la tarde del viernes, pocas horas después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijera en la ONU que los ataques seguirán "hasta que se alcancen todos sus objetivos".
Primero, el ejército aseguró haber bombardeado el "cuartel general" de Hezbolá con el objetivo, según medios israelíes, de acabar con su dirigente, Hasán Nasralá.
Una fuente cercana al movimiento islamista aseguró a la AFP que su líder está "bien", pero más de diez horas después del ataque no ha habido ninguna comunicación oficial por parte de la formación.
- "Comprobando los resultados" -
"Estamos todavía comprobando los resultados del ataque en el cuartel central de Hezbolá, que se encuentra bajo edificios civiles en el corazón del barrio de Dahieh, en un espacio subterráneo", dijo el portavoz militar israelí, Daniel Hagari.
"Actualizaremos la información tan pronto como lo sepamos. Lo que sabemos es que nuestro ataque fue muy preciso", agregó.
En la madrugada del sábado, el ejército afirmó también estar realizando "bombardeos selectivos" contra depósitos de armas de Hezbolá escondidos "bajo edificios civiles", acusaciones que el grupo islamista rechazó como "falsas".
El Ministerio de Salud libanés reportó el viernes por la noche al menos seis muertos y 91 heridos por los bombardeos en Beirut.
La aviación israelí también atacó "objetivos terroristas" contra la ciudad meridional de Tiro y anunció haber matado a varios comandantes de Hezbolá en el sur de Líbano, entre ellos el comandante de la unidad de misiles y su adjunto.
Además, sus aeronaves sobrevuelan el aeropuerto de Beirut y sus alrededores para impedir que Irán envíe cargamentos de armas para Hezbolá, explicó el ejército.
- "Detener a Netanyahu" -
Esta nueva serie de bombardeos y el aguerrido discurso de Netanyahu en la Asamblea General de la ONU, boicoteado por numerosas delegaciones, echan por tierra las esperanzas de una tregua temporal de 21 días propuesta esta semana por Estados Unidos y Francia.
"Nadie parece capaz de detener a Netanyahu", lamentó el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, quien dijo que la única esperanza para frenar la escalada es Estados Unidos, principal aliado y proveedor de armas de Israel.
El secretario de Estado de la Casa Blanca, Antony Blinken, urgió a ambas partes a "dejar de disparar", y el presidente Joe Biden subrayó que su país no había sido informado de la nueva operación israelí.
Irán, aliado de Hezbolá y del movimiento palestino Hamás, aseguró que los nuevos ataques contra Beirut constituyen un "crimen de guerra" y prometió un "castigo justo".
Además, su canciller Abbas Araghchi denunció en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU la "complicidad de Estados Unidos en los crímenes" de Israel y las "amenazas escandalosas" formuladas por Netanyahu en Nueva York.
- "Guerra genocida" -
En "respuesta" al ataque contra su cuartel, Hezbolá mandó una "andanada de cohetes" contra la localidad de Safed, en el norte de Israel, y antes había disparado también contra la ciudad portuaria de Haifa.
En el barrio de Beirut donde está el cuartel sede de Hezbolá, los proyectiles israelíes dejaron seis enormes cráteres de varios metros de profundidad, toneladas de escombros y una espesa polvareda gris.
"Creí que el edificio se me caía encima", dijo Abir Hammoud, una profesora de unos 40 años que sobrevivió la explosión.
Después de ese ataque, el primer ministro libanés, Najib Mikati, acusó a Israel de librar una "guerra genocida" contra su país.
Los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá se intensificaron desde el inicio hace un año de la guerra en Gaza y ya han dejado más de 1.500 muertos, un saldo superior al provocado por la última guerra entre ambos en 2006.
El conflicto en Gaza amenaza con llevar a todo Oriente Medio al "abismo de una guerra generalizada con consecuencias inimaginables", advirtió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Los bombardeos israelíes sobre Líbano de esta semana mataron a más de 700 personas, afirman las autoridades sanitarias, y dejaron unos 118.000 desplazados, según la ONU.
La situación puede deteriorarse. El ejército israelí afirma estar preparado para una posible incursión terrestre contra Hezbolá, que sería "lo más corta posible", dijo un responsable de seguridad.
- Hasta "la victoria total" en Gaza -
A mediados de septiembre, Israel anunció que el "centro de gravedad" de la guerra contra Hamás en Gaza se estaba desplazando hacia la frontera con Líbano para garantizar el regreso a sus hogares de decenas de miles de habitantes del norte, desplazados por las hostilidades con Hezbolá.
Desde la tribuna de la ONU, Netanyahu también prometió luchar hasta "la victoria total" en Gaza si Hamás no entrega las armas y libera a todos los rehenes.
El conflicto en Gaza estalló tras el ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre, que dejó 1.205 muertos en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales israelíes, incluyendo el de rehenes fallecidos o asesinados.
De las 251 personas secuestradas, 97 siguen en Gaza, 33 de las cuales han sido declaradas muertas por el ejército.
En represalia, Israel lanzó una ofensiva en la Franja de Gaza que ha dejado hasta el momento 41.534 muertos, la mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, considerados fiables por la ONU.
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