Un tribunal de la UE anula multa de 1.490 millones de euros a Google
El Tribunal General de la UE consideró que Bruselas cometió errores en su valoración sobre las cláusulas contractuales, omitiendo circunstancias relevantes en su evaluación. La Comisión Europea puede recurrir esta resolución.
Un tribunal de la Unión Europea anuló este miércoles una multa de 1.490 millones de euros (1.650 millones USD) impuesta por Bruselas a Google en 2019 por abuso de su posición dominante en el mercado de la publicidad online.
El Tribunal General de la UE -- que se pronuncia en primera instancia y tiene su sede en Luxemburgo -- anunció que "anula en su totalidad la decisión de la Comisión Europea", al estimar que el ejecutivo comunitario "cometió errores en su valoración" del asunto.
El tribunal determinó que Bruselas "no tuvo en cuenta todas las circunstancias pertinentes en su evaluación de la duración de las cláusulas contractuales que la Comisión consideró como abusivas".
La Comisión, el brazo ejecutivo de la UE que actúa como regulador en los países del bloque de los 27, puede recurrir la decisión.
Esta decisión es un alivio para Google que la semana pasada perdió una apelación ante la más alta jurisdicción de la UE que confirmó una multa por cerca de 2.400 millones de euros aplicada por las autoridades del bloque en 2017 por prácticas contra la competencia en su servicio Google Shopping.
Esta multa es parte de una estrategia más amplia del ejecutivo europeo por regular posibles abusos de los gigantes de la tecnología. Entre 2017 y 2019 la UE impuso sanciones por 8.200 millones de euros a Google por supuestas infracciones a las normas antimonopolio.
En 2018, las autoridades impusieron una multa récord de 4.300 millones a Google que fue acusada de imponer restricciones al sistema operativo de los teléfonos Android.
En 2022, Google consiguió que la justicia de la UE rebajara la multa a 4.100 millones de euros, pero el tribunal ratificó el argumento de la Comisión de que el gigante tecnológico impuso limitaciones prohibidas en sus sistemas.
Desde entonces, la UE adoptó una ambiciosa normativa que regula la actividad y el modelo de negocios de los gigantes tecnológicos en el bloque, cuyo pilar es la Ley de Mercados Digitales (DMA, en inglés).