Mundo

El país de América Latina que tiene los ríos más contaminados: mueren 900 niños al año por enfermedades

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, los ríos son contaminados diariamente con grandes volúmenes de aguas residuales, lo que impacta negativamente en la salud de la población local, especialmente en los niños.

Los ríos contaminados en la región contienen niveles peligrosos de metales pesados como plomo, mercurio y cromo, que pueden causar daños a largo plazo en la salud. Foto: Freepik
Los ríos contaminados en la región contienen niveles peligrosos de metales pesados como plomo, mercurio y cromo, que pueden causar daños a largo plazo en la salud. Foto: Freepik

América Latina, una región rica en recursos hídricos, enfrenta una crisis ambiental alarmante debido a la contaminación de sus ríos. A pesar de contar con una vasta red fluvial que incluye algunos de los ríos más largos y caudalosos del mundo, las aguas de muchos de estos cauces están altamente contaminadas. Metales pesados, desechos industriales y residuos urbanos se han convertido en amenazas persistentes para la salud pública y la sostenibilidad ambiental.

Los altos niveles de contaminación han generado consecuencias devastadoras en la región. Las aguas cargadas de químicos tóxicos y bacterias, han causado graves problemas de salud, especialmente en las comunidades más vulnerables. Un preocupante informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que, las personas pierden la vida debido a enfermedades relacionadas con la calidad del agua. Este dato es un reflejo de la gravedad de la situación y de la falta de políticas eficaces para la protección de los recursos hídricos.

¿Cuál es el país con los ríos más contaminados en la región?

Argentina es considerado uno de los países con los ríos más contaminados de América Latina. Uno de los casos más alarmantes es el del río Matanza-Riachuelo, ubicado en la provincia de Buenos Aires. Este río ha sido clasificado como uno de los peores del mundo, con niveles de mercurio, zinc, plomo y cromo hasta 50 veces superiores a los máximos tolerables para la salud humana. A lo largo de sus 64 kilómetros, el Matanza-Riachuelo recibe diariamente alrededor de 200,000 litros cúbicos de aguas residuales, provenientes de las más de 13,000 industrias instaladas en su cuenca, de las cuales 6,000 arrojan desechos sin tratar.

 Matanza-Riachuelo en Argentina es uno de los más contaminados del mundo debido a la descarga de desechos industriales, urbanos y agrícolas sin tratamiento adecuado. Foto: Periferia

Matanza-Riachuelo en Argentina es uno de los más contaminados del mundo debido a la descarga de desechos industriales, urbanos y agrícolas sin tratamiento adecuado. Foto: Periferia

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), este nivel de contaminación ha tenido un impacto directo en la salud de la población local, particularmente en los niños. En las orillas del río, donde viven unas 45,000 personas, la presencia de plomo en la sangre es alarmantemente alta, con niveles cinco veces superiores a los aceptables que provocan infecciones dermatológicas y sanguíneas, así como patologías respiratorias severas. Esto ha sido vinculado a las más de 900 muertes anuales de menores en la zona, según diversas estimaciones.

Impacto ambiental y sanitario de la contaminación en los ríos

La contaminación de los ríos en América Latina no solo afecta la calidad del agua, sino que también tiene graves repercusiones en la biodiversidad y en la salud pública. Los metales pesados y otros contaminantes alteran los ecosistemas acuáticos, provocando la desaparición de especies y afectando la cadena alimentaria. Además, la exposición prolongada a estas sustancias tóxicas está relacionada con enfermedades crónicas y agudas en las comunidades cercanas a los cauces contaminados.

 La contaminación hídrica de las industrias provocan que las aguas no sean aptas para el saneamiento. Foto: Difusión

La contaminación hídrica de las industrias provocan que las aguas no sean aptas para el saneamiento. Foto: Difusión

Los datos son contundentes: según la OPS, en América Latina, 83 millones de personas no tienen acceso a instalaciones de saneamiento mejorado y 15.6 millones defecan al aire libre. Esta falta de infraestructura adecuada agrava la crisis de los recursos hídricos y expone a millones de personas a enfermedades infecciosas como la diarrea, que causa la muerte de aproximadamente 7,600 niños cada año en la región.

Ejemplos críticos de ríos contaminados en la región

Además del Matanza-Riachuelo en Argentina, otros ríos en la región presentan niveles críticos. En Brasil, el río Tieté, que atraviesa la ciudad de São Paulo, es uno de los más contaminados del país. Este río recibe toneladas de desechos industriales y domésticos, creando una "cloaca a cielo abierto" que afecta a millones de habitantes.

 El río Tieté de Brasil tiene niveles altos de contaminación y desperdicios plásticos. Foto: G1-Globo

El río Tieté de Brasil tiene niveles altos de contaminación y desperdicios plásticos. Foto: G1-Globo

En México, la situación es igualmente preocupante. El río Santiago, en Jalisco, es uno de los más contaminados del país debido a las descargas de más de 300 industrias. El Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) ha identificado más de 1,000 sustancias tóxicas en sus aguas, lo que pone en peligro tanto la salud de las personas como los ecosistemas locales.

La necesidad de adoptar medidas para proteger los ríos

Ante esta crisis, es imperativo que los gobiernos latinoamericanos adopten medidas urgentes y efectivas para proteger los recursos hídricos. La implementación de políticas ambientales estrictas y la inversión en infraestructura de saneamiento son pasos esenciales para reducir la contaminación de los ríos y garantizar el acceso a agua limpia. Es fundamental promover una gestión sostenible del agua, que incluya la vigilancia continua de la calidad del agua y la aplicación de sanciones a las industrias que contaminan.

Además, la cooperación regional y el apoyo de organismos internacionales, como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), son cruciales para abordar de manera integral los desafíos que enfrenta la región. Solo mediante un esfuerzo conjunto y sostenido se podrá revertir la situación de los ríos en América Latina y proteger la salud y el bienestar de sus habitantes.