Ofrendas de coca, dulces y fetos: así son los rituales por el mes de la Pachamama en Bolivia
Agosto es el mes de la Madre Tierra en Bolivia, decenas de personas y familias recorren kilómetros desde la capital y distintas zonas para pedir prosperidad y salud.
Decenas de personas que recorren unos 12 kilómetros desde La Paz hacia la Cumbre, a 4.700 metros sobre el nivel del mar, para pedir a los achachilas, los sabios protectores, prosperidad y salud en el inicio del mes de la Pachamama, sin importar los vientos gélidos que golpean duro en Bolivia.
Las personas, en especial familias y trabajadores, se levantaron a la madrugada o pasaron la noche en la Cumbre, en el departamento de La Paz, para recibir el primer día de agosto, el mes de la Madre Tierra en Bolivia.
Agosto es el mes elegido para las ofrendas porque concluye la primera temporada agrícola en el mundo andino y, según las comunidades indígenas, en este momento del año la Madre Tierra "abre la boca" para alimentarse.
Las familias llevan "mesas" para alimentar a la tierra y los achachilas, considerados sabios, para pedir prosperidad, amor, trabajo, familia, pero también para agradecerle especialmente la salud.
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El viento gélido, común en el altiplano boliviano, no frena a las decenas de personas que recorren unos 12 kilómetros desde La Paz hacia La Cumbre, a 4.700 metros sobre el nivel del mar. Foto: EFE
"Tenemos la costumbre que cada año le damos ofrendas, ya que significa un pago a la Pachamama por varias circunstancias, no solamente por el dinero, sino que es por todo, venimos a pedir trabajo, salud y bienestar", expresó a EFE René Aduviri, quien realiza ofrendas hace más de 25 años junto a su familia.
Así son los rituales por el mes de la Pachamama en Bolivia
Las "mesas" preparadas previamente por amautas o sabios indígenas llevan dulces, unas figuras que representan la petición que se mezclan con lanas de colores, hojas de coca y fetos de llamas disecados, algunos adornados por pan de oro y plata.
"La dulzura de la mesa de la Pachamama significa la dulzura que queremos tener en nuestras vidas", enfatizó Aduviri. El hombre agregó algunas frutas como manzanas verdes a las "mesas" que han preparado para que la Pachamama escuche sus agradecimientos y también algunas de sus peticiones.
Todo esto es puesto encima de un sahumerio para que la ofrenda se consuma con el fuego, en medio de ciertas ritualidades como ch'allar, echar el alcohol a la "mesa" y también cerveza y a veces se escuchan rezos en el idioma aimara o las personas alzan las manos pidiendo que se "reciba" y se "cumpla" la oración.
Las familias llevan "mesas" para alimentar a la tierra y los achachilas, considerados sabios. Foto: EFE
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"Este tiempo para nuestro pueblo significa que la Pachamama abre la boca y hay que invitarle cosas como las ofrendas, las mesas y venimos a agradecer", indicó a EFE la directora general de Medicina Tradicional, Viviana Camacho, quien también realizó junto a su equipo una ofrenda para la Madre Tierra.
Agregó que hay que ir "con respeto", por lo que limpiaron el lugar antes de realizar la ofrenda, y dijo que esperan que este año la Madre Tierra dé "fortaleza en el camino".
Varias de las personas esperan hasta que la ofrenda se consuma entera para ver si la "mesa" ha sido bien recibida por la Pachamama, eso se ve en el color de las cenizas, si es blanca la Madre Tierra recibió con regocijo.
"Yo solo espero que haya una buena siembra de alimentos este año y que la tierra nos provea de agua", recalcó Aduviri.
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Luego las familias y los grupos de amigos se sientan alrededor de las "mesas" hasta que se consuma la ofrenda, mientras toman bebidas alcohólicas y escuchan música.