Agua salada, electrodomésticos malogrados y más: así vive la capital de Uruguay la crisis hídrica
La vida en Montevideo se ha alterado por la crisis del agua, ya que esta no se puede consumir desde los caños porque es muy salada. Esto ha obligado a los ciudadanos a comprar botellas para actividades como ducharse, hacerse un mate o lavar la ropa.
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La falta de agua potable en la capital de Uruguay, Montevideo, ha cambiado las rutinas y la vida de sus habitantes: el agua para los mates es salada, la ropa sucia se acumula en montañas sin lavar, los electrodomésticos se malogran, los baños deben ser más cortos y no tan frecuentes.
“Cuando era chico, en el colegio nos decían que en el futuro iba a venir una tercera guerra mundial y que iba a ser por el agua”, cuenta Martín Acosta al medio argentino Página12. Él supo que todo estaba a punto de cambiar cuando, hace 3 semanas, intentó preparar una gelatina en polvo y al probarla estaba salada.
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Uruguay decretó el último 19 de junio una emergencia hídrica para Montevideo y la zona metropolitana tras una prolongada sequía que afectó la principal reserva de agua dulce que abastece a dicho lugar.
Crisis del agua en Montevideo, Uruguay
Martín afirma al medio citado que ahora deben recurrir al agua embotellada para lavarse los dientes, cocinar, regar las plantas y prepararse los característicos mates. “Yo me puedo dar el lujo de comprar agua embotellada, pero no todos pueden”, revela. Además, señala que debido a la alta demanda los precios se han disparado.
“Comprar tres bidones de agua de 6 litros, que es lo que uso por semana, me sale 10 dólares o un poco más”, menciona Nahuel Sosa, un argentino que reside en la capital uruguaya.
El agua embotellada se encuentra escasa en Uruguay. Foto: AFP
En ocasiones, el joven de 35 años ha tenido que mezclar agua embotellada y de la canilla. La crisis del agua ha implicado la duplicación de sus gastos. Con esta mixtura, a veces riega sus plantas, cocina fideos o arroz.
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Asimismo, ha tenido que reducir la cantidad de veces que sale a correr. “Me di cuenta que cuando hacía ejercicio consumía mucha más agua”, explica. Incluso comprar los bidones de agua embotellada es un problema porque se agotan. “Llegué a comprar agua con gas y a hervirla para poder cocinar, porque la de la canilla no se podía usar”, recuerda.
Ambos coinciden en que a todos estos problemas se les suman la incertidumbre y la angustia por la crisis hídrica.
El Instituto Uruguayo de Meteorología anunció el último viernes que las lluvias de los últimos días lograron acumular aproximadamente 37,5 milímetros en la Cuenta de Santa Lucía y 39,2 milímetros en Paso Severino.
