¿Quién es Yevgueni Prigozhin, el jefe del grupo Wagner que llamó a una rebelión contra Rusia?
El controvertido y cuestionado líder del grupo paramilitar Wagner, un hombre clave en la guerra contra Ucrania, llamó a la población rusa a rebelarse contra el mando militar del Kremlin. Ya llegó a la región de Rostov.
Por: Agencias
Yevgueni Prigozhin estuvo encarcelado en Rusia casi una década al final de la era soviética. Luego, al quedar libre, se dedicó a ser vendedor de hot dogs en San Petersburgo, hasta que fue ascendiendo hasta codearse en las altas esferas del poder ruso como dueño de restaurantes de lujo que lograron el interés del mismísimo Vladimir Putin.
“Putin vio cómo construí un negocio a partir de un quiosco, también vio que no me importaba servir a invitados estimados porque eran mis invitados”, contó Prigozhin en el 2011.
De vendedor de perritos calientes se encaminó hacia el catering y al suministro de almuerzos escolares. En Moscú, con su empresa Concord ganó millones de dólares en el suministro de comidas a escuelas públicas. También tuvo el catering de los actos del Kremlin —lo que le valió la chapa de “chef de Putin”— y prestó servicios de alimentación al gran ejército ruso.
Así que se volvió multimillonario este hombre que es hoy el dueño de la temida empresa de mercenarios Wagner, y que en esta guerra de Ucrania ha aumentado su fama de victorioso.
Yevgueni Prigozhin es el mismo que acaba de hacer un llamamiento a rebelarse contra el Estado Mayor del ejército ruso.
Con sus miles de soldados ha cruzado la frontera rusa y según los últimos informes se encuentra en la región de Rostov.
Rostov. Mercenarios de Wagner cruzaron las fronteras rusas, según la agencia Tass. Foto: Érik Romanenko/Tass
Este hombre de guerra, de 62 años, de cabeza rapada, de rasgos duros, temido por Occidente, quien a diferencia de otros altos jefes militares llega al frente de batalla y alienta a sus dirigidos, acusó directamente al que considera su rival en el camino al poder en Rusia, el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, de haber ordenado el bombardeo a Wagner, en la retaguardia del frente de Ucrania.
Lo acusa de haber matado a “gran número” de mercenarios.
Prigozhin ha prometido “frenar” al comando militar de Moscú y les recordó que tiene a su disposición a 25.000 combatientes. Además, llamó a “todos los que quieran” a unirse a sus tropas para “acabar con el desorden”. Aunque poco después aclaró que su intención no era dar “un golpe de Estado”, sino liderar la “marcha por la justicia”.
Los servicios de seguridad rusos (FSB) ya le abrieron investigación por “llamamiento al motín armado”, que podría llevarlo a larga pena de prisión.
En Occidente, Prigozhin tiene la reputación de ser el comandante más cruel entre los que lideraron el ingreso de Rusia a Ucrania. Refieren que, por ejemplo, alguna vez apoyó un video que mostraba el asesinato, con un mazo, de un desertor de Wagner que al parecer había sido devuelto por los ucranianos en un intercambio de prisioneros. “La muerte de un perro por un perro”, dijo Prigozhin en ese momento.
Otros cronistas recuerdan lo que despertaba su figura. En el verano de 2014, un grupo de altos funcionarios rusos se reunieron en un gran edificio de la era de Stalin a orillas del río Moscova, la sede del Ministerio de Defensa. Los que habían ido allí buscaban conocer a un tipo del que ya se hablaba mucho: Yevgueni Prigozhin. Al instante destacó por su tono áspero y por su curioso pedido, exigía terrenos del Ministerio de Defensa para el entrenamiento de “voluntarios” que no tendrían vínculos oficiales con el ejército ruso, pero que podrían usarse en las guerras de Rusia. A muchos allí presentes no les gustó la forma de Prigozhin, pero oyeron: “Las órdenes vienen de papá”, les dijo rudamente a los oficiales de defensa, refiriéndose a Vladimir Putin.
En la mira. Putin y Sergei Shoigu, a quien Prigozhin detesta. Foto: AFP
Con los años, Prigozhin y su cabeza rapada, y sus miles de combatientes contratados de Wagner, se convertirían en figuras de impacto en las confrontaciones militares de Rusia. Entraría en acción en Ucrania, Siria y países africanos.
Cuando Putin decidió lanzar a sus huestes a Ucrania, Wagner centró sus actividades allí. Sus milicianos aumentaron, se dice que llegaron a a 50.000, como creció la fama de Prigozhin. El mismo Prigozhin, cuando sus tropas capturaron la ciudad ucraniana de Soledar, publicó un video elogiando a Wagner como “probablemente el ejército más experimentado del mundo en la actualidad”.
Prigozhin, que gusta de las presentaciones aparatosas y declaraciones altisonantes, ha dicho que el ejército de Moscú bombardeó sus bases, que su ejército va a “destruir todo lo que se ponga” en su camino, y juró “llegar hasta el final” en su campaña contra el mando militar ruso. Ha llegado con sus fuerzas a la región sureña de Rostov.
rebelión. Combatientes de Wagner, por órdenes de Yevgueni Prigozhin, se alzaron contra el poder militar ruso. Acusan al ministro de Defensa ruso de haber ordenado el ataque a sus bases. Foto: Érik Romanenko/Tass
El ejército negó esas acusaciones y las calificó de “provocación”, en tanto que el fiscal general ruso, Igor Krasnov, informó a Putin de que abrió “investigación penal” contra Prigozhin por “amotinamiento”.
La agencia estatal rusa TASS informó de que las autoridades reforzaron las medidas de seguridad en “instalaciones críticas del Gobierno e infraestructura de transporte” en Moscú tras el llamado del jefe de Wagner.
Todos los medios internacionales apuntan que Prigozhin tiene en la mira al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, a quien acusa de ordenar un ataque con cohetes el viernes en los campamentos de Wagner en Ucrania. Y ahora promete castigar a Shoigu con su rebelión armada, por lo que instó al ejército a no ofrecer resistencia.
Quizás Prigozhin cree tener aliados en el Kremlin. Uno, el mismo Putin. Otro, el general del Ejército, Serguéi Surovikin, quien hizo un llamado a los dirigentes, comandantes y combatientes de Wagner para resolver sus diferencias de manera pacífica y seguir las instrucciones de Vladimir Putin.
Serguéi Surovikin ha lanzado un llamado a la unidad y recordó que han recorrido juntos “un camino difícil y duro”.
Prigozhin seguirá siendo el imprevisible jefe del grupo paramilitar Wagner, el de los perritos calientes, el de los catering, convertido en un furioso hombre de guerra.
Destacamentos. Otra imagen del ingreso de unidades militares circula en las redes sociales. Foto: Telegram
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Aseguran que Wagner llegó a tener más de 25.000 soldados
“Somos 25.000 y vamos a determinar las causas del caos que reina en el país (…). Nuestras reservas estratégicas son todo el ejército y todo el país”, proclamó Prigozhin, llamando a “todos los que quieran” a unirse a sus hombres para “acabar con el desorden”.
Con la guerra en Ucrania, las filas de Wagner se han disparado a unos 50.000, según estimaciones de la inteligencia occidental, incluidas decenas de miles de exprisioneros reclutados en cárceles de toda Rusia, a menudo personalmente por Prigozhin.