Presidente Macron impone su reforma de las pensiones
Emmanuel Macron, mandatario francés decidió aplicar impopular transformación de las pensiones sin el voto de los diputados. Miles salieron a protestar en París y otras ciudades.
El presidente francés, Emmanuel Macron, decidió ayer adoptar su impopular reforma de las pensiones sin el voto de los diputados, arriesgándose a la caída del Gobierno de su primera ministra en una moción de censura y a un recrudecimiento de las protestas.
“No podemos hacer apuestas sobre el futuro de nuestras pensiones”, dijo Élisabeth Borne, primera ministra, al anunciar entre gritos de los diputados opositores el uso del polémico artículo 49.3 de la Constitución ante el temor de no lograr los votos necesarios en la Asamblea. Tras conocerse la decisión, varios miles de personas se congregaron en la plaza de la Concordia para protestar contra la reforma y la utilización de este mecanismo legal, cuyos detractores consideran antidemocrático.
Las fuerzas de seguridad intervinieron por la noche en ese emblemático lugar, en el corazón de París, para dispersar a los manifestantes cerca de la cámara de diputados. La Policía lanzó gases lacrimógenos, también potentes chorros de agua. Varias ciudades de Francia registraron multitudinarias manifestaciones.
Para asegurar “el futuro”
Francia, la segunda economía de la Unión Europea, tiene una de las edades de jubilación más bajas del bloque, por lo que intenta hacer cambios para evitar problemas en unos años. El presidente E. Macron estimó que no se podía jugar “con el futuro del país” y que “los riesgos financieros y económicos eran muy grandes”.
¿Abuso de la norma?
“El 49.3 fortalece necesariamente un poco la determinación”, mencionó un estudiante de Ciencia Política. “Estoy harto. Nos movilizamos desde hace semanas y la única respuesta del Gobierno es usarlo”, lamentó. La 100.ª activación desde 1958 de esta polémica herramienta podría recrudecer la tensión con los sindicatos, que ya estudian convocar “nuevas manifestaciones” después de dos meses de protestas masivas, expresó el líder de la CFDT.
Pese al rechazo de dos de cada tres franceses, según los sondeos, Macron quiere retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42, como hasta ahora) para cobrar una pensión completa.