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Edith Thompson, la mujer que fue ejecutada injustamente por el asesinato de su esposo

Aunque no existieron pruebas de su culpabilidad, esta fémina inglesa pasó por un repudio total de la justicia y ante la mirada de una sociedad que no la aceptaba.

Edith Thompson fue acusada injustamente del asesinato de su esposo. Foto: BBC
Edith Thompson fue acusada injustamente del asesinato de su esposo. Foto: BBC

Una noche de octubre de 1922, la vida de Edith Thompson cambiaría sin imaginar el trágico final que el destino le tenía deparado, ya que luego de salir del teatro con su esposo, un hombre lo apuñaló y acabó con la vida él. Aunque el responsable aclaró en varias ocasiones que la mujer no había participado en el asesinato, esta fue condenada a la ejecución, motivado, según expertos, por la amenaza que representaba para una machista sociedad en Reino Unido.

Una rebelde de la época

Edith Graydon (apellido de soltera) era una mujer que, sin duda alguna, resaltaba en la década de los 20. La londinense, primera de cinco hijos, aprendió desde pequeña a ser trabajadora, ya que ayudó en la crianza de sus hermanos mientras mantenían sus estudios a la par.

Una vez concluida su educación, la ambiciosa joven se dispuso a buscar trabajo en el centro financiero y productivo en Londres, por lo que pasó a formar parte de la fábrica de sombreros al por mayor Carlton & Prior, donde con su esfuerzo logró ascender rápidamente hasta convertirse en jefa de compras.

 Edith Junto a su hermana Avis. Foto: René Weis/BBC

Edith Junto a su hermana Avis. Foto: René Weis/BBC


"Ella era una mujer de las que solían llamar de tipo ordinario que quería ser extraordinaria", señaló la autora Laura Thompson, que ha escrito dos libros sobre su caso, a la BBC.

Con su éxito laboral, Edith tomó el siguiente paso con Percy Thompson, con quien se casó y mudó a una casa en Ilford, cerca de donde crecieron ambos. A pesar de que sus ingresos y aportes para la adquisición de su hogar fueron mayores al de su esposo, el título de la propiedad se registró a nombre de él.

Pero esto no cambió la forma de ser de Edith, que no dejó sus pasatiempos como el ir al teatro, cine, a comer con amigas o bailar en la noche en salones de baile, lugares que no solían frecuentar personas de su clase social. Otra de sus actividades se centró en Frederick Bywaters, quien se convertiría en su amante.

 Casa de Edith y Percy Thompson. Foto: BBC

Casa de Edith y Percy Thompson. Foto: BBC

Frederick y Edith se conocían desde hace bastante tiempo, ya que él estudió con un hermano menor de ella, hasta que en 1921 iniciaron un secreto romance cuando estaban de vacaciones con su familia. Durante el tiempo que tuvieron juntos, Bywaters presenció en varias ocasiones cómo el esposo de Edith la maltrataba físicamente.

Para mantener la relación en secreto, compartieron correspondencia en la que ella le mencionaba cómo podría ser su vida sin su esposo. "Ayer, conocí a una mujer que había perdido tres maridos y no debido a la guerra, dos se ahogaron y uno se suicidó, y algunas personas que conozco no son capaces de perder a uno. Qué injusto es todo", escribió.

Freddy Bywaters junto a Edith y Percy Thompson en el jardín de la casa en la que vivieron. Foto: BBC

Freddy Bywaters junto a Edith y Percy Thompson en el jardín de la casa en la que vivieron. Foto: BBC

La fatal noche

La noche del 3 de octubre de 1922, Edith y su esposo, Percy, fueron al teatro a ver una comedia en el centro de Londres. Culminada la función, regresaron a su casa en tren y, mientras continuaban el trayecto a pie, un hombre atacó a puñaladas a Percy Thompson, lo que terminó con su vida.

Inmediatamente, la investigación se puso en marcha y se detuvo a Frederick Bywaters a pedido del hermano de Percy; mientras que Edith fue considerada sospechosa, ya que se encontró cartas de ella en la casa de Bywaters.

Edith no podía procesar la noticia, por lo que en los interrogatorios lo único que hacía era lamentar la pérdida de su esposo; mientras que Frederick no negó haber apuñalado a Percy, solo que señaló que lo atacó y que actuó en defensa propia. Cuando le contaron que Edith también sería acusada, preguntó: “¿Por qué ella? La señora Thompson no estaba al tanto de mis movimientos”.

Personas afuera del jucio en contra de Edith Thompson. Foto: BBC

Personas afuera del jucio en contra de Edith Thompson. Foto: BBC

El caso se volvió completamente mediático. Miles de personas acudían a los juicios para ver cuál sería el final de los trágicos amantes. La escritora Beverley Nichols, que en esa época era una joven reportera que cubrió el crimen, dijo que había un aire a los "días del imperio romano cuando los cristianos eran lanzados a los leones".

Tras pasar por un juicio, en el que se buscó manipular a la opinión pública —que tuvo un taro machista hacia Edith—, el tribunal decidió condenarla junto a Frederick a pena de muerte a pesar de que ella nunca participó en el crimen contra su esposo. El público no hizo más que celebrar su ejecución mientras un grupo solicitaba clemencia contra Bywaters.

Tras el fallecimiento de Edith, diversas mujeres en Inglaterra le escribieron al ministro del Interior, William Bridgeman, agradeciéndole por defender el honor de su género y no permitir que su sentencia fuera conmutada.

 Freddy Bywaters durante el juicio en su contra por el asesinato de Percy Thompson. Foto: BBC

Freddy Bywaters durante el juicio en su contra por el asesinato de Percy Thompson. Foto: BBC

Para Laura Thompson, autora que ha investigado la vida de Edith Thompson, lo que le pasó a esta mujer sigue teniendo relevancia hoy en día, incluso después de que hayan pasado más de 50 años desde que se abolió la pena de muerte en Reino Unido.

"Es importante recordar a la gente que los prejuicios siempre existen y que solo cambian en forma. Vivimos en una cultura de la cancelación —ella fue literalmente cancelada— y eso es un impulso muy peligroso que la sociedad encuentra difícil de resistir", señaló a la BBC.