Mundo

El país que ya usa el reconocimiento facial para registrar los rostros de sus ciudadanos

Novedoso sistema fue implementado para el control de cuarentenas por COVID-19. Tecnología ha sido rechazada por otras naciones, puesto que podría ser usada con fines secundarios.

Sistema ayuda a la policía de Australia a verificar si un infectado está en casa durante la cuarentena. Foto: AFP
Sistema ayuda a la policía de Australia a verificar si un infectado está en casa durante la cuarentena. Foto: AFP

Durante la pandemia de la COVID-19, aquella persona que contraía la enfermedad debía permanecer en estricta cuarentena. Esta medida marcó un punto de partida para varios países, que agotaron esfuerzos e invirtieron dinero en nueva tecnología que los ayudara a lograr el objetivo de controlar la propagación de la nueva infección.

Este es el caso de Australia, precisamente, en el estado de Australia Occidental, donde las autoridades han encontrado varias maneras de verificar y dar seguimiento a aquellos pacientes que estén cumpliendo con la cuarentena obligatoria. Es así que, dentro del territorio, la policía comprueba el paradero de los infectados con mensajes de texto periódicos. Tras el envío de la misiva, los usuarios deben responder mandando una fotografía suya en los siguientes 15 minutos.

Una vez recibida la instantánea, las autoridades australianas corroboran con un novedoso sistema de reconocimiento facial si la persona detrás de la imagen se encuentra en casa o no. Si está incumpliendo las reglas, los agentes llegarán hasta su puerta para cobrar una costosa multa.

Australia es la única democracia en el mundo que utiliza la tecnología de reconocimiento facial, creada por la empresa local Genvis, para apoyarse en la contención de los casos de COVID-19. El sistema ya ha sido usado por más de 150.000 personas en diversos estados como Nueva Gales del Sur, Victoria, Australia Meridional y Tasmania.

No obstante, pese a su utilidad, diversos países han rechazado la implementación del software, pues los datos obtenidos podrían ser usados con fines secundarios o maliciosos.