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Investigan a jueza que negó aborto a niña de 11 años víctima de violación

La jueza Joana Ribeiro no permitió que la menor pudiera interrumpir su proceso de gestación de 22 semanas porque hubiera sido un “homicidio”.

Joana Ribeiro alegó que autorizar un aborto a esas alturas sería un "homicidio", a pesar de que la víctima tiene derecho al mismo. Foto: The Intercept Brasil
Joana Ribeiro alegó que autorizar un aborto a esas alturas sería un "homicidio", a pesar de que la víctima tiene derecho al mismo. Foto: The Intercept Brasil

La Justicia de Brasil informó el día de ayer, lunes 20 de junio, que investigará la conducta de una jueza que negó el aborto a una niña de 11 años víctima de una violación, un supuesto amparado por la legislación, según reveló el portal The Intercept Brasil.

El Tribunal de Justicia del estado de Santa Catarina (sur) indicó en un comunicado que instauró un proceso en la esfera administrativa para “la debida apuración de los hechos” de este caso, que avanza bajo secreto de sumario, “pues implica a una menor de edad”.

Según The Intercept Brasil, la familia solo se dio cuenta de que la menor estaba embarazada cuando observaron que su barriga empezó a crecer y ante los repetidos episodios de náuseas que venía sufriendo.

Un test rápido de farmacia y una prueba en un médico particular confirmaron en mayo pasado que estaba en avanzando estado de gestación, de acuerdo con el citado medio.

Fue entonces cuando buscaron interrumpir el embarazo de la pequeña en el Hospital Universitario Polydoro Ernani de Sao Thiago, en Florianópolis, capital de Santa Catarina.

En Brasil, el aborto únicamente se permite en casos de riesgo para la madre, violación —como lo es este caso— o fetos con anencefalia.

Sin embargo, el equipo médico se negó a realizar el aborto debido a ‘‘protocolos internos del hospital’', que al parecer solo permiten tal procedimiento hasta las 20 semanas de gestación y para entonces la niña estaba de 22 semanas y dos días. Por ello, exigieron una autorización judicial, siempre según The Intercept Brasil.

El caso acabó en las manos de la jueza Joana Ribeiro, quien —a pedido de la fiscal Mirela Dutra— determinó el ingreso de la menor en una casa de acogida pública con la intención, en un primer momento, de proteger a la víctima de su agresor y después para evitar que la madre “efectúe algún procedimiento para operar la muerte del bebé”.

En una audiencia posterior a la que tuvo acceso The Intercept Brasil, Ribeiro alegó que autorizar un aborto a esas alturas de gestión sería un “homicidio”, a pesar de que la víctima tiene derecho al mismo, tal y como lo recoge la legislación para ese tipo de casos.

La magistrada, con el apoyo de la fiscal regional, propuso —el último 9 de mayo— mantener el embarazo “una o dos semanas” más para aumentar las probabilidades de que el feto sobreviva.

¿Soportarías un poquito más?”, le preguntó la jueza a la niña en esa audiencia, según recoge The Intercept Brasil.

Ribeiro también preguntó a la menor cuál era “la expectativa” que tenía “en relación con el bebé”, si quería “verlo nacer”, qué nombre le pondría y si el “padre del bebé” —en alusión al presunto violador— “estaría de acuerdo con entregarlo en adopción”, como una forma de persuadir a la niña.

The Intercept Brasil señaló que, hasta este lunes, la menor sigue internada en un albergue público cuando está a punto de entrar en la semana 29 de gestación, con la mayoría de los embarazos que tienen una duración media de entre 37 a 42 semanas.