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La guerra en Ucrania es una “repetición” de Siria, según Amnistía Internacional

La organización comparó Mariúpol con la ciudad siria de Alepo, devastada por las atrocidades del régimen de Damasco apoyado por Rusia en una guerra que ya lleva 11 años.

Unos años después del inicio de la guerra civil en Siria en 2011, el presidente Vladimir Putin intervino en apoyo al régimen del presidente al-Assad. Foto: AFP
Unos años después del inicio de la guerra civil en Siria en 2011, el presidente Vladimir Putin intervino en apoyo al régimen del presidente al-Assad. Foto: AFP

La invasión rusa en Ucrania es una “repetición” de la guerra en Siria, alertó Amnistía Internacional, que denuncia un “incremento de los crímenes de guerra” tras más de un mes de conflicto, y pide abandonar la posición neutral respecto a Rusia.

“Lo que ocurre en Ucrania es la repetición de lo que se pudo ver en Siria”, declaró a la AFP la secretaria general de la ONG, Agnés Callamard, durante la presentación en Johannesburgo del informe 2021-2022 sobre la situación de los derechos humanos en el mundo.

“Están ocurriendo ataques intencionales de infraestructuras civiles, de viviendas” y bombardeos de escuelas, y acusó a Rusia de facilitar corredores humanitarios para transformarlos en “trampas mortales”.

Comparando a Mariúpol, en el este de Ucrania, con la ciudad siria de Alepo, devastada por las atrocidades del régimen de Damasco apoyado por Rusia en una guerra que ya lleva 11 años, la organización denunció “el aumento de los crímenes de guerra” en Ucrania.

“Nuestros investigadores en el lugar durante diez días documentaron el empleo de las mismas tácticas que en Siria y Chechenia”, como el ataque de civiles y el empleo de municiones prohibidas por el derecho internacional, señaló en conferencia de prensa, en París, Marie Struthers, directora de Amnistía para Europa del Este y Asia central.

La “insolencia” mostrada por Rusia para lanzar este ataque fue facilitada por “un sistema internacional que está arrodillado” y el fracaso de las instituciones, entre ellas, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en tratar las anteriores guerras, dice Callamard. Recordó también que, en tiempos de pandemia, los conflictos continuaron especialmente en Etiopía, Birmania o Afganistán.

“Frente a Rusia no puede haber neutralidad”, dijo en referencia a los jefes de Estado africanos.

Durante la votación de una resolución de la ONU donde se pedía a inicios de marzo la retirada de las fuerzas rusas, unos veinte países africanos se abstuvieron.

Una de las voces del continente en materia de diplomacia, el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, aboga por la mediación, y adopta una posición “débil, poco histórica y poco visionaria”, se lamentó Callamard.

Tras dos años de pandemia de coronavirus, Amnistía Internacional denunció ataques contra los derechos humanos con el pretexto de luchar contra la propagación del virus.