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Fantasma de Pinochet sigue penando en la política chilena

Elecciones. Mañana se realizarán los comicios más trascendentales desde el plebiscito que marcó la salida de Augusto Pinochet hace más de treinta años.

Futuro presidente. Gabriel Boric (izquierda) y José Antonio Kast en el reciente debate. Foto: EFE
Futuro presidente. Gabriel Boric (izquierda) y José Antonio Kast en el reciente debate. Foto: EFE

Por Patricia Nieto Mariño

El fallecimiento de Lucía Hiriart, viuda de Augusto Pinochet y la mujer detrás de una de las dictaduras más sangrientas de América Latina, fue la guinda de una agitada carrera presidencial que enfrenta al izquierdista Gabriel Boric y el ultraderechista José Antonio Kast.

El acontecimiento añade más incertidumbre a estos comicios, los más trascendentales desde el plebiscito que marcó al salida del dictador, en 1988, y que llegan con un ligero favoritismo de Boric, según la mayoría de las encuestas, y con algún sondeo incluso hablando de un empate técnico.

La sombra del general ya había sobrevolado toda la campaña, especialmente de la mano de Kast -que se ha mostrado complaciente con su régimen en diversas ocasiones-, pero la muerte de Hiriart este jueves volvió a poner sobre la palestra una dictadura que dejó más de 40.000 víctimas y más de 3.000 fallecidos o desaparecidos.

La noticia, que fue primero divulgada a través de medios locales y confirmada por la familia en la noche, agitó el cierre de campaña y se hizo muy presente durante el evento final de Boric, que optó por un mensaje prudente y envió sus “respetos a las víctimas de la dictadura”.

Kast vs. Boric

Mientras tanto, Kast se desentendió de la familia Pinochet y aseguró que no asistirá al funeral, que será un evento privado que todavía no tiene fecha. “No quiero hacer un hecho político de esto”, dijo el ultraconservador.

Abogado, de 55 años, profundamente católico y con nueve hijos, hace unas semanas a Kast volvió a rodearle la polémica cuando salió a la luz que su padre, de origen alemán, perteneció al partido nazi.

El izquierdista Boric defiende un Estado de bienestar, con acento feminista y ambientalista; mientras que Kast es partidario de conservar el actual modelo neoliberal aunque con leves cambios y tiene un fuerte discurso antiinmigración.

La respuesta de Boric a quienes cuestionan su intención de cambio es siempre la misma: “Si quieren una verdadera transformación en paz, con orden y estabilidad, los invito a hacerse parte de este proyecto colectivo”.