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Incrementan hospitalizaciones de niños menores de 5 años por COVID-19 en Sudáfrica

Algunos niños necesitan incluso ingresar a UCI, contó una especialista en salud pública.

Vulnerables. Según los médicos, la demanda de camas UCI en niños y adolescentes infectados con Covid-19 ha aumentado hasta en 50% en esta segunda ola. Foto: Antonio Melgarejo/La República
Vulnerables. Según los médicos, la demanda de camas UCI en niños y adolescentes infectados con Covid-19 ha aumentado hasta en 50% en esta segunda ola. Foto: Antonio Melgarejo/La República

En Sudáfrica se está registrando cada vez más el ingreso de niños menores de 5 años infectados por coronavirus en los hospitales. Así lo indicó Rudo Mathivha, jefa del Departamento de Cuidados Intensivos del centro de salud Chris Hani Baragwanath.

De acuerdo con la especialista en salud pública, la situación es preocupante, ya que coincide con la reciente identificación de ómicron, la nueva variante del SARS-CoV-2, de la cual se teme que sea más peligrosa. Asimismo, en la mayoría de casos, los niños necesitan ser hospitalizados e incluso ingresar a UCI.

“Observamos que los niños menores de cinco años tienen síntomas bastante graves y requieren hospitalización y oxígeno adicional”, dijo Mathivha al canal de televisión local ENCA.

La especialista también indicó que el número de pacientes en general está incrementándose significativamente en todos los centros de salud del país.

“Los números han aumentado de manera bastante exponencial, por lo que estamos reutilizando camas de pacientes que no son de COVID-19 para acomodar a los pacientes que sí lo son”, señaló para CapeTalk.

“Estamos viendo una tendencia diferente de los pacientes con COVID-19 en el sentido de que hay pacientes mucho más jóvenes que son admitidos por la enfermedad, que presentan síntomas y están lo suficientemente enfermos como para justificar esa admisión”, agregó.

En las últimas 24 horas, en Sudáfrica se ha reportado 4.373 casos de coronavirus. La variante ómicron fue reportada el último 24 de noviembre y ha sido clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “de preocupación”.