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Alarma en Latinoamérica: unos 10.000 niños mueren al año por diarrea

De acuerdo a laboratorio francés, en los países de bajos recursos, los menores de tres años sufren alrededor de tres episodios diarreicos al año.

El esfuerzo por garantizar agua segura requiere del trabajo articulado entre los Estados y el sector privado. Foto: AFP
El esfuerzo por garantizar agua segura requiere del trabajo articulado entre los Estados y el sector privado. Foto: AFP

Cerca de 10.000 niños menores de cinco años fallecen anualmente en Latinoamérica debido a enfermedades diarreicas agudas, la segunda causa de muerte de infantes en el mundo, alertaron este viernes 22 de octubre en Lima fuentes sanitarias.

De acuerdo con la información difundida en un comunicado emitido por el laboratorio francés Sanofi, en los países de bajos recursos, los menores de 3 años sufren alrededor de tres episodios diarreicos al año.

Agregó que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta situación puede ser síntoma de una infección en el tracto digestivo por un virus, bacteria o parásito, transmitida por el consumo de alimentos contaminados o de agua no potable.

A pesar de que las Naciones Unidas reconocen desde el 2010 el acceso al agua potable como un derecho humano y objetivo de desarrollo sostenible, actualmente el 26% de la región no tiene acceso a este recurso ya potabilizado.

En ese sentido, se remarcó que el esfuerzo por garantizar agua segura requiere del trabajo articulado entre los Estados y el sector privado.

Frente a este panorama, el laboratorio señaló que, junto con organizaciones sin fines de lucro, como Glasswing International y Yanapaqui, ha entregado por tercer año más de 1.000 filtros potabilizadores de agua en zonas vulnerables de Latinoamérica.

“Esto ha beneficiado a más de 60.000 personas en siete países de la región y, específicamente, a cerca de 7.000 en Perú. De esta manera, aportamos en la disminución del número de niños afectados por enfermedad diarreica aguda”, indicó el gerente médico de Sanofi, Alvaro Montenegro.

El especialista detalló que, durante un episodio de diarrea, los niños pierden agua y electrolitos, lo cual puede derivar en una deshidratación severa si no se atiende de forma oportuna.

“En países de bajos recursos, los infantes presentan, en promedio, hasta tres episodios de diarrea al año y, con cada uno, empeora su malnutrición. De hecho, como consecuencia de un cuadro grave de diarrea, un niño puede perder el conocimiento e, incluso, fallecer”, advirtió Montenegro.