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Iglesia católica de Canadá dará 30 millones de dólares canadienses a sobrevivientes de internados para indígenas

El dinero servirá para apoyar programas y proyectos dedicados a la mejora de la vida de los sobrevivientes, según el presidente de la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos.

Más de 1.000 tumbas anónimas fueron encontradas cerca de antiguos internados católicos. Foto: Vatican News
Más de 1.000 tumbas anónimas fueron encontradas cerca de antiguos internados católicos. Foto: Vatican News

Los obispos católicos de Canadá se comprometieron el lunes a entregar 30 millones de dólares canadienses a iniciativas en defensa de los sobrevivientes de internados para indígenas, tras haber presentado “excusas formales” la semana pasada.

Estos fondos serán entregados dentro de los próximos cinco años para “remediar al sufrimiento causado por los internados en Canadá”, explicaron los obispos en un comunicado publicado el lunes.

El dinero servirá para “apoyar programas y proyectos dedicados a la mejora de la vida” de los sobrevivientes de internados y de sus comunidades, declaró Raymond Poisson, presidente de la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos.

El viernes, los obispos expresaron “profundos remordimientos” y presentaron “sus disculpas sin equivoco” a los pueblos autóctonos tras el descubrimiento en los últimos meses de más de 1.000 tumbas cerca de antiguos internados dirigidos por la Iglesia católica.

Nuevamente, reconocen en el comunicado publicado el lunes la existencia de un “trauma histórico y aún presente, causado por el sistema de internados”.

Numerosas voces se hicieron escuchar durante el verano en el país, muy afectado por las revelaciones, para exigir disculpas a la Iglesia e incluso al papa.

Más de 1.000 tumbas anónimas cerca de antiguos internados católicos para autóctonos fueron halladas este verano, arrojando luz sobre una página sombría de la historia canadiense y su política de asimilación forzada de los pueblos indígenas.

Unos 150.000 niños amerindios, mestizos y esquimales fueron reclutados a la fuerza en 139 internados a lo largo del país, donde fueron separados de sus familias, lengua y cultura.