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Tensión en las puertas de la cárcel donde está la expresidenta boliviana Áñez

Una movilización en la que participaron activistas e hijos de la expresidente de Bolivia llegó a la cárcel donde permanece Áñez, quien se autolesionó esta semana.

Una marcha convocada por la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) para pedir que la expresidenta interina Jeanine Áñez se defienda en libertad en los procesos iniciados en su contra a instancias del oficialismo terminó con tensiones entre ese grupo y otro contrario a la exmandataria.

La movilización fue liderada por la presidenta de la APDHB, Amparo Carvajal, junto a los hijos de Áñez, Carolina y José Armando Ribera, además del presidente de la Asamblea Legislativa departamental de la región oriental de Santa Cruz, Zvonko Matkovic, y decenas de personas de plataformas ciudadanas que llevaban banderas bolivianas.

Ayudada con un bastón, la activista, de 82 años, llegó caminando desde la sede de la APDHB en el centro de la ciudad hasta el penal de mujeres en el barrio de Miraflores, hacia el lado este de la ciudad, acompañada por decenas de personas de plataformas ciudadanas contrarias al Gobierno de Luis Arce.

Al llegar a la cárcel, la movilización se topó en las puertas con otro grupo que, portando la multicolor enseña indígena wiphala, exigía “justicia” por las muertes en las llamadas masacres de Senkata y Sacaba durante la crisis de 2019 y también reclamaban que Áñez permanezca en prisión.

Cuando Carvajal intentó conversar con los periodistas, los grupos contrarios a Áñez gritaron “asesinos” a los otros movilizados y empezaron a arrojar huevos contra la activista, ante lo cual la Policía la tuvo que proteger y escoltar para que lograra dejar el lugar.

Ambos grupos intercambiaron luego insultos y empujones, y los contrarios a la exmandataria destrozaron las pancartas de los otros.

En medio de la refriega, el activista opositor Guillermo Paz quedó sangrando al recibir el impacto de un objeto en la frente. Paz culpó por la agresiones al gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS), al que acusó de enviar “activistas violentos” en contra de la marcha que pide que Áñez se defienda en libertad.

Por su parte, Freddy Rojas, quien se identificó como dirigente de los “autoconvocados” de Senkata, un grupo afín al MAS, sostuvo que se movilizaron “para pedir justicia” por las muertes de 2019 y protestar contra supuestos “privilegios” que aseguran que Áñez tiene en prisión.

La exmandataria interina está encarcelada desde marzo de este año dentro de un proceso iniciado en su contra a instancias del oficialismo que la acusa de delitos como conspiración, terrorismo y sedición por el supuesto “golpe de Estado” de 2019.