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Hasta los aliados de Keiko huyen de ella y están perdiendo la paciencia, apunta editora

La escritora y editora Morgan Artyukhina desmenuza la estrategia de la heredera del fujimorismo en su columna de opinión publicada en Sputnik.

El conteo del órgano electoral (ONPE), que llegó al 100% hace dos semanas, dio a Castillo 50,12% de los votos contra 49,87% para Fujimori. Foto: AFP
El conteo del órgano electoral (ONPE), que llegó al 100% hace dos semanas, dio a Castillo 50,12% de los votos contra 49,87% para Fujimori. Foto: AFP

En una columna de opinión publicada en la agencia rusa Sputnik, la escritora y editora Morgan Artyukhina desmenuza la estrategia de Keiko Fujimori ante una virtual derrota tras la segunda vuelta del pasado 6 de junio.

La periodista sostiene que hasta los mismos “aliados corporativos (de Fujimori) huyen” de ella y “están perdiendo la paciencia” al tiempo de que la candidata solicita una auditoría internacional sobre el balotaje, pedido desestimado por el Gobierno peruano.

Para sostener su tesis, Artyukhina expone dos editoriales publicadas en El Comercio, ”periódico conservador pro Fujimori”, según su mirada. Una inicial apunta a que hay “un intento de diferentes sectores políticos de retrasar el proceso (electoral) al máximo” y otra expresa la imposibilidad de revertir los comicios.

También evidencia el “cambio de opinión” de la lideresa de Fuerza Popular, quien primero pidió al presidente Francisco Sagasti no “interferir” en los comicios, pero recientemente “lanzó su último intento” cursándole una carta en la que le instaba a pedir una auditoría general a organismos internacionales.

“En América Latina, los movimientos políticos de izquierda están nuevamente en aumento, en muchos casos liderados por figuras indígenas que han unido las luchas de los campesinos indígenas y los trabajadores industriales urbanos contra los gobiernos proempresariales amigos de Washington”, reseña el artículo escrito en inglés.

Foto: Captura de Sputnik News

Foto: Captura de Sputnik News

Según la autora, “una táctica similar a la de Fujimori fue desplegada por la derecha boliviana en octubre y noviembre de 2019, luego de que Evo Morales ganara la reelección”.

En ese caso, “Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos rápidamente declararon que la votación era fraudulenta, y las fuerzas de derecha pronto derrocaron a Morales y reprimieron violentamente el movimiento de resistencia indígena que luchó contra el golpe”, continúa.

“Sin embargo, en Perú, Estados Unidos, la OEA, la Unión Europea y otros observadores internacionales han certificado la elección como libre y justa (...) El único grupo que denuncia un fraude es Fuerza Popular, el partido de Fujimori”, matiza Artyukhina.

La columna destaca, finalmente, que Pedro Castillo, virtual presidente del Perú, “ha buscado apaciguar algunos temores sobre su futura administración de la derecha al ofrecer mantener a Julio Velarde al frente del Banco Central”.

Keiko Fujimori denunció un supuesto “fraude” desde el día siguiente de los comicios, cuando su rival de izquierda pasó a liderar el escrutinio, y presentó impugnaciones para anular mesas completas de votación ante el jurado electoral, que debe resolver estas solicitudes antes de proclamar al vencedor.

El conteo del órgano electoral (ONPE), que llegó al 100% hace dos semanas, dio a Castillo 50,12% de los votos contra 49,87% para Fujimori, una ventaja de apenas 44.000 votos. Sin embargo, la palabra final la debe dar el jurado electoral, que no tiene plazo perentorio para proclamar al vencedor.

Con información de AFP