Brasil inicia vacunación contra la COVID-19: enfermera recibió la Sinovac
La dosis, que fue desarrollada por el laboratorio chino Sinovac y el Instituto brasileño Butantan, fue inoculada en una mujer de 54 años en Sao Paulo.
Brasil, uno de los países más golpeados por la pandemia del coronavirus, administró este domingo en Sao Paulo la primera vacuna contra la COVID-19 a una enfermera de 54 años. Este hecho ocurre en medio de una crisis que atraviesa Manaos, la ciudad de la Amazonía, donde más de un millón de personas han sido enterradas en la última semana.
Mónica Calazans, una enfermera de la UCI del hospital Emilio Ribas, recibió la primera dosis de la vacuna china CoronaVac, en una ceremonia que contaba con la presencia del gobernador de Sao Paulo, Joao Doria.
El antídoto contra la COVID-19 desarrollado por el laboratorio chino Sinovac y el instituto brasileño Butantan fue aplicado minutos después de que se aprobara su uso por parte de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
El presidente Jair Bolsonaro, un negacionista de la COVID-19 y antivacuna, está bajo presión para comenzar con la administración de las vacunas en Brasil, un país latinoamericano que ha perdido a más de 200.000 ciudadanos por la enfermedad, la peor cifra de muertos fuera de Estados Unidos.
Sin embargo, los retrasos en los envíos de los antídotos y los resultados de las pruebas han retrasado la administración de las vacunas en el país, que alguna vez fue líder mundial en inmunizaciones masivas, pero que ahora se ve superado por Argentina, Chile y México.
El gobierno de Bolsonaro planeaba lanzar un programa nacional de inmunización esta semana, pero todavía está esperando las vacunas de AstraZeneca, un plan frustrado que su rival político Joao Doria aprovechará.
Además de la urgencia de las vacunas, una segunda ola del brote en Brasil está aumentando a medida de que el país se enfrenta a una nueva variante potencialmente más contagiosa que se originó en Amazonas y llevó en Gran Bretaña e Italia a prohibir la entrada a brasileños.
Colapsa Manaos
Debido a la crítica situación, un equipo de técnicos en necrología y patología visitan diariamente en cualquier punto de la ciudad los hogares donde se han registrado muertes por síntomas de coronavirus para agilizar el certificado de defunción.
El viernes 15 de enero, Manaos registró un récord de 213 entierros —ocho por hora—, de los cuales 102 fallecieron por la COVID-19, una enfermedad que tiene colapsados los hospitales, a los pacientes muriendo por falta de oxígeno y a los profesionales de la salud totalmente exhaustos.
Con información de EFE