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Londres vuelve a cerrar dos semanas después de salir del confinamiento

El primer ministro Boris Johnson pidió a los ciudadanos festejar la Navidad con prudencia. Además, quedaron prohibidas las reuniones con personas con las que no se viva en convivencia.

A Venezuelan indigenous refugee mother and son rest at the Pintolandia shelter in the city of Boa Vista, Roraima, Brazil, on February 24, 2018. - According with local authorities, around one thousand refugees are crossing the Brazilian border each day from Venezuela. With the constant influx of Venezuelan immigrants, most are living in shelters and the streets of Boa Vista and Pacaraima cities, looking for work, medical care and food. Most are legalizing their status to stay and live in Brazil. (Photo by Mauro PIMENTEL / AFP)
A Venezuelan indigenous refugee mother and son rest at the Pintolandia shelter in the city of Boa Vista, Roraima, Brazil, on February 24, 2018. - According with local authorities, around one thousand refugees are crossing the Brazilian border each day from Venezuela. With the constant influx of Venezuelan immigrants, most are living in shelters and the streets of Boa Vista and Pacaraima cities, looking for work, medical care and food. Most are legalizing their status to stay and live in Brazil. (Photo by Mauro PIMENTEL / AFP)

Restaurantes y locales de ocio volvieron a cerrar este miércoles en Londres, solo dos semanas después de que Inglaterra saliera de su segundo confinamiento, ante un repunte en los contagios de COVID-19 que llevó al Gobierno a pedir prudencia durante la fiestas navideñas.

“Les pedimos que piensen detenidamente sobre los días que vienen y si pueden hacer más para protegerse a sí mismos y a los demás”, dijo el primer ministro Boris Johnson en una rueda de prensa televisada.

“Una Navidad más pequeña será una Navidad más segura”, insistió.

Si hasta ahora la situación era especialmente preocupante en el norte de Inglaterra, el lunes el Gobierno informó de que en algunos puntos del sureste el número de infectados se está duplicado cada siete días.

Esto coincide con la aparición de una mutación del coronavirus en esa zona, que el ejecutivo no pudo asegurar si es la causante del aumento de los contagios.

Como consecuencia, Londres y partes de los condados circundantes entraron en la madrugada del miércoles en el nivel máximo de alerta, que ahora concierne a 34 millones de personas, 60% de la población de Inglaterra.

Esto implica el cierre de hoteles, bares y restaurantes —que ya sólo pueden vender comida para llevar—, locales culturales como cines, teatros y museos y centros de ocio.

Asimismo, se ha planteado a ciertas personas que trabajen desde casa si puedan hacerlo y eviten los viajes.

Las medidas incluyen también una limitación de los contactos: está prohibido encontrarse en lugares cerrados con personas con quienes no se conviva y las reuniones al aire libre no pueden superar las seis personas, niños incluidos.

Comercios, salones de belleza y gimnasios pueden permanecer abiertos. Y también las escuelas, aunque algunos distritos de Londres optaron por cerrarlas adelantando las vacaciones navideñas.

Hasta la fecha, Reino Unido contabiliza 1 913 277 de contagios y más de 65.000 fallecidos a consecuencia de la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2. No obstante, desde la primera semana de diciembre inició el plan masivo de vacunación de la mano de farmacéutica Pfizer.