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Protestas contra el racismo y la violencia empañan la reelección de Donald Trump en EE. UU.

La ira de los estadounidenses explotó en la ciudad de Kenosha, donde el afroamericano Jacob Blake fue acribillado por la espalda por dos agentes.

Enfrentamientos y gases lacrimógenos durante la noche de este martes en una protesta en Kenosha tras el caso de Jacob Blake. Foto: AFP
Enfrentamientos y gases lacrimógenos durante la noche de este martes en una protesta en Kenosha tras el caso de Jacob Blake. Foto: AFP

Estados Unidos está atravesando por una fuerte crisis social y no precisamente por el coronavirus. Desde el último 25 de mayo y hasta la fecha, las revueltas raciales han terminado en escenarios violentos, donde hubo incendios, destrozos e incluso saqueos a plena luz del día.

Tales actos se llevan a cabo en el periodo final del mandato del jefe de Estado Donald Trump, que quiere alcanzar su reelección en noviembre próximo. Los disturbios rememoran a las guerrillas urbanas en naciones dictatoriales más que al país que se jacta de defender la democracia.

En los últimos días Kenosha, ubicada en el estado de Wisconsin, ha protagonizado un indignante caso de abuso policial. Se trata de Jacob Blake, un ciudadano afrodescendiente de 29 años, quien fue baleado por el personal de la Policía.

Pese a las restricciones sanitarias, esta localidad padeció —por segunda noche y madrugada consecutivas— graves episodios que incluyeron incendios en viviendas y vehículos, confrontaciones y gases lacrimógenos.

Las marchas llegaron a ciudades colindantes, mientras Blake se encuentra al borde de la muerte en un centro de salud de Milwaukee. El hombre recibió por lo menos siete disparos por la espalda al tratar de ingresar a su auto.

Hasta el momento, los efectivos implicados están suspendidos cautelarmente y esperan los resultados de las indagaciones. Con respecto a lo sucedido, la Asociación Profesional de Policía de Kenosha dijo: “El video no capta la complejidad de un asunto dinámico. Pedimos que no se hagan juicios hasta que se conozcan los hechos”.

En diálogo con el portal Chicago Sun-times, el padre de la víctima, identificado también como Jacob, dijo: “¿Qué justifica todos esos disparos? Tiene siete agujeros en el cuerpo. ¿Qué justifica que hagan eso delante de mis nietos?”.

Asimismo, el progenitor señaló, además, que su hijo está inmovilizado de la cintura para abajo. Este martes 25 de agosto continuaba en la sala de operaciones. “Solo un milagro le permitirá volver a andar”, sostuvo Ben Crump, abogado del agraviado.

Según Trump y sus seguidores, parece que en Estados Unidos no hay COVID-19 —pese al récord de infectados que asciende a 5,8 millones y a los 178.000 fallecidos—, ni desempleo ni pugnas raciales.

“A los negros no se nos reconoce como seres humanos”, manifestó David Crowley, funcionario del condado de Milwaukee, en CNN. “El hecho de que no podamos caminar por el parque —añadió—, que no podamos hacer barbacoas en el parque, que no podamos observar pájaros y que no cese el acoso de otras personas o de las fuerzas de seguridad es algo que nos atemoriza”.