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Científicos piden a la OMS darle prioridad a los aerosoles como vía de transmisión de la COVID-19

La Organización Mundial de la Salud reconoció que el SARS-CoV-2 se puede adquirir a través de la trasmisión aérea en lugares cerrados; sin embargo, los científicos consideran que no se le da la relevancia necesaria.

aerosoles
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Desde que se inició la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que existen dos formas de contagio predominantes del nuevo coronavirus: a través de las gotículas (diámetro superior a 5 micras), pequeñas partículas de líquido que expulsan las personas al toser o estornudar, y los fómites, que se refiere a tocar superficies contaminadas con el virus.

Sin embargo, los científicos consideran que la OMS no está considerando una de las vías de transmisión que consideran la verdadera causa de los grandes contagios que existen en los lugares cerrados: nos referimos a la transmisión aérea o por aerosoles, es decir, por medio de la exposición a pequeñísimas gotas (diámetro inferior a 5 micras) que se quedan flotando en el aire durante un período largo luego de ser expulsadas por una persona infectada.

Durante los primeros meses de la pandemia, la OMS ha tenido clara su postura y no la consideraba como una vía de transmisión de la COVID-19. Sin embargo, tras la carta firmada por 240 científicos publicada en la revista Clinical Infectious Diseases el pasado 6 de julio, la organización internacional decidió revaluar su posición, debido a la serie de estudios presentados por los expertos.

¿Cuál es el sustento de los científicos para sostener que la COVID-19 se transmite a través de aerosoles?

Los científicos han señalado que existen varios estudios que analizan el contagio de personas en espacios cerrados, para lo cual, la transmisión aérea es la explicación más certeza para entender la infección en estos casos.

Existen dos puntos claves para comprender por qué las gotículas de aerosoles que expulsamos al hablar podrían ser cruciales para entender las vías de contagio de la COVID-19: en primer lugar, el tiempo que duran los gotículas de aerosoles en el ambiente, el cual, según estudios, superan la hora debido a su menor tamaño en comparación de las gotas respiratorias que se caen en menor tiempo. El otro factor es la expulsión de aerosoles en espacios cerrados y con gran acumulación de personas.

En su último artículo, publicado en el diario El País, el investigador en Ciencias Ambientales, José Luis Jiménez, señaló que “las pruebas disponibles respaldan fuertemente la transmisión por aerosoles, y no hay hay argumentos sólidos en su contra”. Asimismo, precisó que, para entender mejor cómo actúan los aerosoles, es mejor explicarlo utilizando el humo del cigarro como analogía.

“Imagínese compartir una casa con un fumador: si estuviera cerca del fumador mientras habla, inhalaría una gran cantidad de humo. Reemplace el humo por aerosoles que contengan virus, que se comportan de manera muy similar, y el impacto sería el mismo: cuanto más cerca esté de alguien que exhale aerosoles portadores de virus, más probabilidades tendrá de respirar una cantidad de virus suficiente para que se produzca el contagio”, explicó Jiménez.

aerosoles

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La aparición de ARN del nuevo virus a distancias mayores a los 2 metros, una distancia más extensa a la recomendada por las entidades sanitarias como la OMS y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, en estudios realizados en espacios cerrados como centros hospitalarios y también en sistemas de expulsión del aire podrían ser la evidencia del contagio a través de esta vía.

Asimismo, los casos de contagio en una práctica de coro en el estado de Washington, Estados Unidos; el brote en un templo budista, en la provincia de Zhejiang, China; el contagio de varias personas en un restaurante de la provincia de Guangzhou, pese a haber estado distanciados; y el múltiple contagio en Corea del Sur de ciento doce personas durante veinticuatro días luego de haber recibido clases de baile en lugares confinados serían la evidencia práctica de que la transmisión área sería la modalidad en estos casos.

Los espacios sin ventilación permite que las partículas de aerosoles se esparzan y duren más tiempo, lo cual los convierte en grandes focos de contagio masivos. El investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona, Jordi Sunyer, declaró al portal Salud con lupa, que “estas partículas pueden quedarse en una sala cerrada por largas horas”.

La OMS pide más investigaciones sobre los aerosoles

El 9 de julio, la Organización Mundial de la Salud emitió un nuevo pronunciamiento sobre las vías de transmisión del SARS-CoV-2, luego de atender la misiva de los 240 expertos.

En su nueva directriz, ya se considera a la transmisión aérea como una vía de transmisión, sobre todo en lugares cerrados. Sin embargo, sostiene que todavía hace falta mayor estudios que confirmen en su totalidad esta vía y vuelve a subrayar que las principales vías de contagio es por medio de las gotas respiratorias que se expulsan al toser o estornudar y por el contacto de ojos o nariz luego de tocar superficies contagiadas. “La respuesta de la OMS fue actualizar tímidamente su posición, pero sigue siendo muy escéptica sobre la importancia de esta vía”, escribió Jiménez.

“(...) durante décadas se pensó que la tuberculosis se transmitía por gotículas y fómites, basándose en la observación de infección en proximidad cercana. Pero posteriormente se demostró que la tuberculosis solo se puede transmitir a través de aerosoles. Creo que la OMS ha cometido un error similar con la COVID-19”, agregó.

AFP

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Nuevas políticas sanitarias para evitar un mayor contagio de la COVID-19

La Oficina Federal de Protección Ambiental de Alemania considera la transmisión aérea como una forma de contagio de la COVID-19. Incluso cuentan con una comisión especial dedicada a establecer medidas para mejorar la higiene del aire en espacios interiores.

El profesor de química, José Luis Jiménez, considera que la aceptación de esta vía de contagio debería llevarnos a tomar otras medidas para contener la propagación.

“Debe surgir un conjunto de recomendaciones nuevo, coherente y lógico para reducir la transmisión de aerosoles. Pensar en el humo nos permite aplicarlo a otras situaciones, ya sea un aula, una tienda o un parque, para entender cómo protegernos. En términos de comportamientos específicos, evite en lo posible sitios con mucha gente, donde algunos no llevan mascarillas, en interiores, con ventilación baja, proximidad cercana, duración prolongada, o donde se habla, canta o grita”, señaló.

Para tal fin, considera necesario que las principales instituciones reconsideren su posición en torno a la transmisión aérea para que los países comiencen a modificar sus políticas. Asimismo, los científicos han recomendado mejorar las medidas de ventilación de los espacios cerrados. Abrir las ventanas con mayor constancia para que las gotículas de aerosol se dispersen y no se queden en el lugar. Sumado a eso, es crucial seguir las medidas sanitarias ya estipuladas como el lavado constante de manos, el distanciamiento social y el uso obligatorio de mascarillas, incluso en lugares cerrados.