Buscan a trabajadora sexual peruana en Italia infectada con COVID-19 que prestó servicios
Las autoridades de Sicilia creen que la mujer usó un nombre falso para identificarse, por lo que utilizarán fotos para hallarla. El alcalde de Modica, una de las ciudades donde estuvo, teme rebrote.
El coronavirus sigue atacando al mundo. Esta vez, pone de cabeza a una de las regiones más reconocidas y visitas de Italia, Sicilia. Con alrededor de 3.545 infectados y 268 muertes, una trabajadora sexual, de Perú, dio positivo para la COVID-19 y puso en alerta a las autoridades de esta pequeña ciudad.
La mujer había alquilado una habitación en Modica, una ciudad de Sicilia, en donde estuvo trabajando por dos semanas. Luego se mudó hacia Foligno, Umbria (centro del país), y comenzó a tener síntomas de coronavirus, por lo que fue hospitalizada.
Las autoridades informaron que quien haya tenido contacto con dicha mujer debe estar obligado a avisar para ser sometidos a las pruebas de descartes contra el coronavirus.
“Si calculamos que atendió a un promedio de dos o tres clientes por día durante 10 días, son 20 o 25 personas que pueden haber contraído el virus e infectado a otros en su casa o en el bar”, dijo el alcalde de Modica, Ignazio Abbate, al diario La Repubblica de Italia. “Hago un llamado a aquellas personas que han tenido relaciones con esa mujer: háganse el test”.
Abbate se enteró de la dirección en donde prestaba servicio la mujer y envió unas patrullas de policías para vigilar el lugar y hallar a clientes posiblemente infectados.
Según el diario italiano, la trabajadora sexual tiene 50 años de edad y se quedó en Modica por al menos 15 días. Las autoridades creen que la mujer no usó su nombre verdadero, por lo que utilizarán una fotografía para poder hallarla.
“Es una situación embarazosa”, dijo el alcalde al medio Open. “Insto a los clientes a someterse a un hisopado inmediatamente en el centro médico público, donde se garantizará la máxima confidencialidad, o por lo menos a realizarse una prueba serológica en un laboratorio privado”, destacó.
El contagio ocurrió en un municipio pequeño de 54.000 habitantes.
“Se sospecha que la mujer puede haber estado trabajando en otras ciudades, además de haber tomado un autobús de Modica a Catania y luego un tren a Umbría. El objetivo, para el alcalde Abbate, es evitar los contagios en la pequeña ciudad “ahora llena de turistas y sin la COVID-19 desde abril”, declaró el alcalde.