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“No merecen morir en una residencia”: protestan en España por muertes de ancianos en pandemia

Un mensaje de la directora de una residencia de ancianos en Madrid reveló la situación que llegaron a vivir durante la pandemia del coronavirus. "Tengo aquí personas, mayores pero personas”, recalcó.

El lunes 8 de junio inició la fase 2 en la Comunidad de Madrid que permite las visitas de familiares a residencias de ancianos. Foto: EFE
El lunes 8 de junio inició la fase 2 en la Comunidad de Madrid que permite las visitas de familiares a residencias de ancianos. Foto: EFE

España, uno de los países más golpeados por la pandemia del coronavirus, dejó escenas dramáticas en los últimos meses tras el aumento frenético del brote. Una de ellas fue la relegación de adultos mayores, como se vio en el municipio de Alcorcón, situado en la Comunidad de Madrid.

Un correo electrónico, del jueves 9 de abril, enviado por la directora de la residencia Amavir Alcorcón, Lidia Sánchez, a las familias de los ancianos, fue divulgado este domingo 14 de junio por el diario madrileño EL PAÍS.

“Llevo semanas viendo cómo los residentes morían en nuestro centro sin atención hospitalaria, sin los medicamentos específicos para coronavirus porque había desabastecimiento. Sin derivaciones hospitalarias porque los hospitales estaban colapsados”, escribió al inicio.

Fue un ultimátum en el que dejaba claro que si las autoridades no enviaban ambulancias para recoger a sus residentes, les pediría a sus familiares que los recogieran ellos mismos para llevarlos a urgencias.

“Entiendo la situación en ese momento pero ahora NO, no la entiendo ni pienso quedarme viendo cómo tengo residentes con positivos, gente todavía sin prueba y con sintomatología respiratoria, que voy a seguir viendo morir. Me niego, lo siento, viendo cómo las urgencias del HUFA están vacías y camas suficientes para atender a personas, y lo que yo tengo aquí son personas, mayores pero personas”, enfatizó.

El HUFA es el Hospital Universitario Fundación Alcorcón, al cual son derivados los miembros de la residencia tras la polémica decisión de la Comunidad de Madrid de excluir la atención médica a buena parte de esta población. Su intención: evitar el colapso de los centros de salud.

Francisca de 84 años y su hijo José Luís mantienen una videoconferencia con familiares en la residencia Orpea Aravaca de Madrid, durante el primer día de la fase 2 en la comunidad en la que se permiten las visitas de familiares a residencias. Foto: EFE

Francisca de 84 años y su hijo José Luís mantienen una videoconferencia con familiares en la residencia Orpea Aravaca de Madrid, durante el primer día de la fase 2 en la comunidad en la que se permiten las visitas de familiares a residencias. Foto: EFE

Para compensar el Ejecutivo regional, presidido por Isabel Díaz Ayuso, prometió reforzar la atención de los adultos mayores en los geriátricos mediante la "medicalización" de las residencias. Sin embargo, en Amavir Alcorcón no se cumplió.

“No se merecen morir en una residencia sin la atención que se merecen, ya no hay nada que justifique que cada una de las personas que siguen aquí reciban la atención que necesita”, subrayó Sánchez.

El resultado fue inmediato. El viernes 10 de abril Sánchez volvió a escribirle a las familias para informarles que “ya hubo derivaciones”, en medio del período más duro de la emergencia sanitaria causada por la enfermedad COVID-19.

"Las personas que puedan seguir aquí bien el tratamiento, lo seguirán recibiendo en el centro, si en algún momento observamos la imposibilidad serán derivados al hospital", añadió la directora.

A mitad del mes de abril, cuando los hospitales de Madrid se destaponan, inician las admisiones de los adultos mayores. Fue parte del proceso en el cual España superó etapa tras etapa de la pandemia del coronavirus, hasta la actual desescalada.