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George Floyd: autopsia revela que falleció de paro cardiopulmonar causado por asfixia

La difusión de nuevos datos sobre la autopsia determinan que, al momento de su muerte, George Floyd era asintomático por coronavirus.

george floyd
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La autopsia realizada a George Floyd, el hombre afroamericano que falleció a manos de un policía en Minneapolis, reveló que fue diagnosticado con coronavirus semanas antes de su muerte.

El médico del condado de Hennepin, Andrew Baker, detalló que tras analizar muestras nasales del cadáver, se determinó que la víctima de 46 años dio positivo a la COVID-19 el 3 de abril, casi dos meses antes de su deceso.

Sin embargo, pese a la detección del virus, su organismo reflejaba “estado asintomático, pero persistente por infección previa". El informe precisa que la positividad por COVID-19 "puede persistir por semanas tras la contracción y resolución de la enfermedad clínica”.

El doctor Baker confirmó que por el estado en el que el SARS-CoV-2 se encontraba en el organismo del fallecido, “no hay indicios que haya jugado un papel en su muerte”, según recoge The New York Times.

Por otro lado, la autopsia que llevó a cabo la oficina del condado determinó que la muerte de George Floyd, ocurrida el 25 de mayo, se debió a un “arresto cardiopulmonar, complicado por la compresión del cuello”.

Las imágenes sobre lo acontecido muestran que la víctima se encontraba tendida en el suelo y al policía Derek Chauvin ejerciendo presión sobre su cuello utilizando su rodilla, acción que se extendió por casi nueve minutos.

Los resultados de la necropsia concluyen que el deceso fue un homicidio, mismo resultado al que se llegó en la que se llevó a cabo por orden de la familia de la víctima.

En esta última, sin embargo, se resuelve que la causa de la muerte fue por asifixia, ya que la acción del ahora exagente de la policía de Minneapolis impidió la llegada de la sangre al cerebro de George Floyd y que el peso encima dificultó su respiración.