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Uruguay logró controlar la expansión del coronavirus sin cuarentena obligatoria

La administración del presidente Lacalle Pou ha defendido la importancia de la libertad de los uruguayos y ha evitado el confinamiento obligatorio en su lucha contra la pandemia de la COVID-19.

La estrategia aplicada en Uruguay ha permitido contener el avance del coronavirus recurriendo a la cuarentena voluntaria. | Foto: Raúl Martínez / EFE
La estrategia aplicada en Uruguay ha permitido contener el avance del coronavirus recurriendo a la cuarentena voluntaria. | Foto: Raúl Martínez / EFE

Uruguay viene cosechando buenos resultados del plan de contingencia que decidió aplicar en la lucha contra la pandemia del coronavirus, donde no contempló la necesidad de decretar una cuarentena obligatoria en todo el país, un movimiento que lo diferenció del resto de América Latina.

Apelando a la responsabilidad de los ciudadanos, el Gobierno recomendó quedarse en casa y limitar las salidas a la calle, pero permitió que la actividad laboral continuara. Esta decisión habría favorecido que los indicadores económicos tengan caídas menos severas en relación con otros países de la región.

Desde que se declaró la emergencia sanitaria el pasado 13 de marzo, se han registrado hasta la fecha 734 casos positivos de COVID-19 y 564 pacientes recuperados, por lo que actualmente 150 personas aún padecen la enfermedad. En cuanto al número de fallecidos, se han reportado 20 decesos.

Uruguay anunció desde el día uno el cierre de fronteras aéreo, terrestre y fluvial, la cancelación de las clases en escuelas públicas y privadas, la suspensión de todos los espectáculos públicos y las actividades no esenciales. Además, se inició el proceso de implementación de la modalidad de teletrabajo en las oficinas públicas.

Asimismo, el Gobierno lanzó la Operación “Todos en Casa”, una iniciativa para repatriar a los uruguayos varados en otros países en medio de la emergencia del coronavirus, comprometiéndose a brindar todas las garantías sanitarias.

La vicepresidenta de Uruguay, Beatriz Argimón, resaltó en una entrevista con Infobae que para el Gobierno “la libertad del individuo es muy importante, el presidente nunca quiso tomar una medida que no tuviera en cuenta ese aspecto fundamental que es nuestra filosofía de vida”.

Por su parte, a principios de mayo, el presidente Luis Lacalle Pou expresó durante su visita al departamento de Cerro Largo que “es fácil decir que no trabajen, pero hay que estar ahí. Estamos tratando de que los motores de la economía anden para que los uruguayos puedan salir adelante”.

“Cuando hay uruguayos que no comen, que se les cae una microempresa, que están endeudados, que se les cae la producción y no por falta de trabajo sino porque le vino de arriba y globalmente una pandemia, hay que estar atento a ello. El desempleo va a crecer, y eso que la actividad no se paró”, agregó.

El Ministerio de Finanzas de Uruguay decidió solicitar a los bancos regionales de desarrollo una línea de crédito de 1.400 millones de dólares a una tasa de bajo costo para financiar la lucha contra el coronavirus, evitando así recurrir al mercado de bonos. “El camino que hemos elegido es activar estas líneas de crédito contingentes con entidades multilaterales”, dijo la ministra Azucena Arbeleche.

De forma paralela, el Poder Ejecutivo creó el “Fondo Coronavirus” para que funcionarios públicos del Estado, gobiernos departamentales, entes autónomos y servicios descentralizados, rebajaran un 20 % su salario para apoyar la contención de la enfermedad. "Nosotros no le vamos a descontar del salario a los públicos ni a los políticos para ahorrar, es para gastar. Esto es para la gente”, destacó Lacalle Pou.

Con la llegada de mayo, Uruguay inició el proceso de retorno a la “normalidad”. A principios de mes, el país reanudó el trabajo presencial en oficinas públicas con atención a usuarios y clientes, siguiendo un “estricto protocolo de seguridad e higiene”, así como la actividad en comercios del centro de la capital y otros negocios.

También se retomó la actividad de construcción y se realizó el test de COVID-19 a más de 400 obreros, quienes dieron negativo, impulsando así abrir otros sectores. “Lo que nosotros esperamos de estas aperturas es el buen uso de la libertad que nos permite seguir avanzando hacia la nueva normalidad”, anunció en ese entonces el presidente.

Lacalle Pou ha defendido que “si se toman los recaudos, si se aplica el distanciamiento social y se usa tapaboca, salir no está desaconsejado. Cuando pasa el tiempo, la gente empieza a sufrir las consecuencias del aislamiento”. Además, espera “el buen uso de la libertad por parte de los uruguayos”.