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Coronavirus: la pandemia que ya llegó a África

El continente con uno de los sistemas sanitarios más débiles del mundo revive la pesadilla que pasó con el Ébola, y ahora tiene que enfrentar al COVID-19.

coronavirus áfrica
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Cuando inició el brote del nuevo coronavirus en China, el temor de que este llegara a otros continentes fue latente. En específico, que este pudiera afectar a África, donde la mayoría de las personas no cuentan con acceso a servicios básicos como el agua.

Así, a finales de febrero se reportó en Nigeria el primer caso de COVID-19 en África subsahariana. Desde entonces se han detectado 1717 casos positivos y 55 fallecidos a causa de este virus.

Ante esta situación, el etíope Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), manifestó su preocupación ante el aumento de los casos y señaló que “África debe prepararse para lo peor”.

Los países más afectados hasta el momento son Sudáfrica y Egipto, con 402 y 366 casos positivos respectivamente. Además, le siguen Argelia con 230 casos y Marruecos con 143. Solo 11 de los 54 países del continente africano aún no han presentado personas infectadas por el nuevo coronavirus.

Por ello, la directora regional de la OMS para el continente, Matshidiso Moeti, declaró que “la rápida evolución de la enfermedad COVID-19 en África es muy preocupante y una clara señal para la acción”.

Una de las principales medidas recomendadas para evitar el contagio por el nuevo coronavirus es lavarse las manos. Sin embargo, en un continente en el que, según información de la UNICEF, el 63 % de la población de las zonas urbanas carece de agua potable, decir esto parece una broma de mal gusto.

Esta pandemia trae a colación la experiencia con el virus del Ébola, enfermedad con la que tuvo que lidiar África Occidental en el 2014 y que dejó, según expresó la médica nigeriana Adaora Okoli a Infobae, aproximadamente 12 000 personas fallecidas.

Entonces, no es sorpresa que cuando el investigador boliviano Carlos Machalaba aterrizó en Liberia hace unas semanas, las autoridades le aplicaran los protocolos establecidos en el aeropuerto y le dijeran “estamos en modo ébola”. “Ellos tienen la pesadilla muy reciente y no quieren revivirla”, indicó Machalaba, especialista en enfermedades emergentes, a El País.

La fragilidad de su sistema de salud nos hace pensar en el porqué de un número tan reducido de infectados en comparación con otros continentes. Así, el director general adjunto de la OMS, Ibrahima Socé Fall, advierte que esto se debería a que no se aplican las suficientes pruebas de descarte para identificar a los portadores del COVID-19.

Para hallar los casos y “proteger a la población vulnerable”, la OMS ha suministrado a los gobiernos de la región un lote de kits para que realicen las pruebas respectivas. De esta forma, se pasó de tener solo dos países en la región – Senegal y Sudáfrica- que podían realizar los análisis, a 47 países que pueden realizar las detecciones tempranas.

Cabe resaltar que las principales causas de mortalidad en África son las infecciones respiratorias como la neumonía y tuberculosis, seguidas del VIH, malaria y diarrea.